Dice la Mujer que perdí dos mil pesos de mi Afore… la verdad poco entiendo de eso… podría quejarme contra el Gobierno del Pejedente, porque curiosamente mi “desfalco” ocurre al inicio de su administración, pero como no capizco de qué se trata, prefiero dejar a los conocedores como la Mujer, que diluciden qué pasó con esos dos mil menos en mi Afore.

Hace unos meses, recibí por correo, una buena noticia del Infonavit: me iban a cambiar la deuda que traigo por un “penthouse” (hoy de moda) que adquirí en Jardines de Xalapa, de Veces Salarios Mínimos (VSM) a Pesos, para establecer mensualidades fijas. Lo mismo que con los Afores, lo consulté con la Mujer y me dijo que checara la cita que me pedían hiciera, para iniciar el trámite.

Para quienes saben de esto, de seguro han de imaginar los minutos / nalgas que se fueron en el celular con eso de que “si eres patrón, aprieta el número 1; si eres empleado, aprieta el número 2; si eres desempleado, empieza a apretar el asterisco para poder pagar tu deuda” y así se van, hasta que por fin, dejas de oír a la parienta de Siri y un alma caritativa del otro lado de la línea te responde. Te pide tus datos, tu número de Seguro Social o de crédito y al final te dice que el trámite que yo solicito, es en otra área, pero como ya se dio cuenta que soy bien bruto, me hará el favor de enlazarme directamente lo que hace que sienta un poco de alivio y me dé tiempo de masajearme las nalgas que para ese momento, ya andan como entumecidas… ¡pokasuma! Se cortó la llamada… y de nuevo empezar… Cuando por fin, después de sabrá Cronos cuánto tiempo, consigo la cita anhelada…

Llegué una ocasión al Infonavit con todos mis papelitos en orden, con mi script ensayado para decir exactamente lo que tenía que decir ¡y que me retachan! porque el programa estaba en “stand by”… y sí, tuve que sacar otra cita y aunque no lo crea, se repitió la misma historia, desde los minutos / nalgas hasta la suspensión de mi cita… ya no hice una tercera cita con el consabido regaño de la Mujer…

Ahora que escuché la misa de la mañana (las mañaneras del Pejedente deberían contar como tal y aplicarlas como descargo cuando uno se presente ante San Peter: “¡Hey, San Pedro, yo escuchaba los discursos de López Obrador durante todo su sexenio…”, “¡No me digas! ¡Pasa buen hombre! ¡Has alcanzado la Gloria eterna… pero tu suegra también los escuchaba!”) oí al titular del Infonavit, Carlos Martínez Velázquez, presentar el programa “Responsabilidad Compartida”, que consiste precisamente en lo que hace algunos meses me ofrecieron en dicho instituto: de Veces Salarios Mínimos (VSM) a Pesos.

Esto sí lo entiendo… o creo entenderlo… desde principios de siglo vengo pagando religiosamente mi deuda y cada mes veo que ésta parece casi interminable que no entiendo cómo no estoy en el Buró de Crédito. Pero si logro ser incluido en el programa “Responsabilidad Compartida”, quizás empiece a ver que la mensualidad que pago cada mes, vaya bajándole unos centavos a la deuda que contraje con estos agiotistas… digo, con Infonavit. Bueno… eso es lo que creo…

¡Vaya! Tanto fue mi entusiasmo que me dirigí a la página que el director del Infonavit, Caros Martínez, indicó (vsmapesos.infonavit.org) para inscribirme lo más pronto posible porque esa pinche losa de deuda pesa más que los años que lleva el Cruz Azul sin campeonato y… ¡ni madres! Me mandó a todos lados, menos a lo que yo buscaba… pero dije, a lo mejor en la tarde tenga suerte y entré directo a la página del Infonavit ¡y zaz! ¿qué creen? Pues que le están dando mantenimiento a la página web… lo bueno de todo esto, es que este jueves intentaré de nuevo inscribirme en el programa “Responsabilidad Compartida”, y sí, puede que vuelva a perder un poco de tiempo empleando mis minutos / nalgas en ello, pero esto es preferible, a perder dos mil pesos de mi Afore, que si bien la que se dio cuenta fue la Mujer, no me dijo los motivos… aunque empiezo a sospechar del Peje…

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