Distribuir dinero gratis a los desempleados mejora su bienestar, pero no parece tener un impacto significativo en sus perspectivas laborales.
Eso según los resultados preliminares de un experimento histórico en Finlandia, el primer país del mundo en probar un ingreso básico a nivel nacional.
El líder nórdico de la asistencia social pasó los últimos dos años distribuyendo 560 euros (635 dólares) al mes a un grupo de 2 mil personas desempleadas seleccionadas al azar entre los 25 y los 58 años. El objetivo básico era explorar nuevas formas de distribuir la seguridad social en un mundo donde más trabajadores están amenazados por la automatización y son menos propensos a tomar trabajos tradicionales de ocho horas. El sistema actual se considera demasiado burocrático y, a menudo, disuade a las personas de realizar trabajos temporales o de medio tiempo.
De acuerdo con una revisión preliminar publicada este viernes por la agencia de servicios sociales Kela, los beneficiarios del estipendio mensual gastaron en promedio alrededor de medio día más empleados por año que el grupo de control.
«Sobre la base de un análisis de los datos de registro a nivel anual, podemos decir que durante el primer año del experimento los beneficiarios de un ingreso básico no fueron mejores ni peores que el grupo de control a la hora de encontrar empleo en el mercado laboral abierto», informó Ohto Kanninen, Coordinador de Investigación del Instituto de Trabajo para la Investigación Económica.
Sin embargo, los beneficiarios informaron «menos síntomas de estrés, menos dificultades para concentrarse y menos problemas de salud que el grupo de control», señaló Minna Ylikanno, investigadora principal de Kela. «También tenían más confianza en su futuro y en su capacidad para influir en los problemas sociales».
Los resultados de Kela agregarán leña a un debate que ha intrigado a filósofos y economistas políticos durante siglos: ¿qué sucede cuando los ciudadanos reciben dinero sin condiciones?
En el contexto de una discusión global sobre cómo lidiar con el aumento de la desigualdad, el proyecto piloto ha atraído la atención internacional y está siendo observado de cerca por economistas, sociólogos y multimillonarios como Mark Zuckerberg y Elon Musk.
Olli Karkkainen, economista de Nordea Bank, encontró los resultados sorprendentes. «Esperaba que el experimento de ingresos básicos tuviera un mayor impacto positivo en el empleo porque los incentivos para el trabajo se incrementaron de manera significativa», dijo en una entrevista.
Pirkko Mattila, ministro de Asuntos Sociales y Salud de Finlandia, dijo que a pesar de su éxito para proporcionar datos útiles, «no es probable que se adopte el modelo básico de ingresos desarrollado para el experimento para un uso más extenso».
Los resultados preliminares del viernes solo analizaron el primer año y se centraron en los datos estadísticos. El informe final no se presentará hasta 2020.