Tanto los hombres como las mujeres han utilizado a lo largo de la historia accesorios que le han servido para cubrirse de las inclemencias del tiempo o simplemente como una parte que complementa un atuendo y en ocasiones para representar o distinguirse de los demás.
Uno de los casos emblemáticos es el grupo de las Panteras Negras que surgen en los años sesenta del siglo pasado ante la brutalidad policiaca por el racismo en contra de los negros de los Estados Unidos, para defender sus derechos; su ropa y atuendos fue uno de sus símbolos, portando en una de sus manos un guante negro y la inseparable boina que los acompañaba.
Ernesto “El Che” Guevara durante la revolución cubana y sus incursiones en otros territorios americanos tiene una emblemática, la fotografía que le tomó Alberto Korda durante el Sepelio de una explosión que dejó al menos 100 muertos en la Habana en el tercer mes de 1960 y que a la postre sería uno de los retratos más reproducidos en la historia, donde aparece con su inseparable boina.
Uno de los grandes poetas del siglo XX, Ricardo Eliécer Neftalí Reyes mejor conocido con el seudónimo de Pablo Neruda retratado infinidad de veces con boina, reconocido con el Premio Nobel de Literatura 1971. En “Veinte poemas de amor y una canción desesperada” dice Neruda: Te recuerdo como eras en el último otoño. Eras la boina gris y el corazón en calma.
Los ejemplos son innumerables, las emblemáticas boinas en la guerra civil española, las de las fuerzas especiales de los ejércitos contemporáneos y muchas más, pero hablemos un poco acerca de su origen. Prenda que sirve para cubrirnos del frío, la lluvia o como accesorio de moda.
El surgimiento de este atuendo data de los restos arqueológicos encontrados en Guldhöi Dinamarca, donde exhumaron un cuerpo del siglo XI a. C., llevaba puesta una boina, en Austria igual en una tumba que data del siglo VIII a.C. Se popularizó por primera vez durante la edad media durante el reinado de Alfonso X llamado “El sabio”, su gusto no decayó, los pintores retratistas en sus obras presentan personajes desde el siglo XVI portando en la parte más alta de su cuerpo una boina, muestra de ello son las frecuentes pinturas del español Francisco de Goya. También es conocido el autorretrato de Rembrandt de 1659 en donde aparece con una singular boina.
En los años veinte del siglo pasado fue una pieza fundamental de los directores de cine, por esos tiempos también escribía arduamente Pio Baroja acompañado de su boina. El año pasado apareció un libro de Antonio Castellote “La boina del viajero” sobre el escritor Pio Baroja.
El escritor Miguel de Unamuno mencionaba que la boina era una prenda niveladora, al ser cómoda y barata a comparación de otros tocados lo que incrementó su uso. En el libro “Juego limpio” de Barbara Jacobs dice …los escritores, sus figuras hablan por ellos. Nada más mira a José. Más poeta que el no puedes imaginar con su boina y su bastón. Otro libro que habla sobre la España rural y ese gorro es: “No son los molinos”, Una antología de cachava y boina.
Xalapa2000@nullhotmail.com