Dos de las mayores organizaciones humanitarias del mundo, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), han unido esfuerzos para construir un albergue para personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo en Coatzacoalcos, Veracruz. En coordinación con la Diócesis de Coatzacoalcos, las organizaciones humanitarias buscan subsanar las necesidades de alojamiento que requieren las personas que transitan por esta ruta.
“Es la primera vez que Acnur y el CICR colaboran en un proyecto de este tipo en México y esperamos que no sea la última. Si bien nuestros mandatos son distintos, CICR y ACNUR convergemos en la necesidad de ayudar a las personas con espacios de alojamiento dignos. Muchas de las personas que llegan a Coatzacoalcos procedentes del Norte de Centroamérica vienen huyendo de la violencia y la persecución, así que el rol de los albergues no se limita al alojamiento y alimentación. Cada vez más, brindan información, asesoría jurídica y apoyo psicosocial a la población migrante y refugiada”, aseguró Mark Manly, representante del ACNUR en México.
La obra comenzó en diciembre de 2018 y se espera que se inaugure en septiembre de este año. Siguiendo los protocolos recomendados por ambas organizaciones, el albergue tendrá una capacidad para alojar hasta 64 personas en condiciones dignas y contará con espacios específicos para mujeres, hombres, familias migrantes y solicitantes de refugio.
El estado de Veracruz ha crecido en importancia para la labor que realizan tanto Acnur como el CICR, pues los flujos de personas migrantes y solicitantes de asilo continúan aumentando. De hecho, el número de personas que solicitan la condición de refugiado en México ha incrementado más de 1200% desde 2014.
Cabe señalar que en el sur de ese estado convergen las principales rutas migratorias de México, por lo que Coatzacoalcos es un municipio con presencia de numerosas personas de Centroamérica. Coatzacoalcos se localiza a 60 kilómetros de Acayucan, ciudad donde se ubica la segunda mayor estación migratoria del país.
Además, Veracruz es una zona de alto riesgo para personas migrantes y solicitantes de asilo, pues frecuentemente son víctimas de abusos, por lo que es necesario dotar a la zona de espacios seguros para esta población.
El albergue, cofinanciado por Acnur y el CICR, será operado por la Diócesis de Coatzacoalcos, que actualmente brinda ayuda a personas migrantes y refugiadas con alojamiento temporal, y aunque realiza esfuerzos importantes, es necesario que cuenten con mejor infraestructura para poder brindar una atención más adecuada a las personas.
Tan sólo en 2018, la Diócesis de Coatzacoalcos brindó alojamiento y otros servicios a 12,167 personas.
“La Iglesia continuadora de la misión de Jesús, sigue los pasos del maestro y, bajo la guía del Espíritu Santo, se esfuerza en responder a las exigencias de la Fe, Esperanza y Caridad. Este esfuerzo se nota en la solidaridad con los cientos de migrantes y refugiados de Centroamérica que día a día transitan por nuestra diócesis, ya que han salido de su país forzados por la violencia o para llegar al norte con el fin de tener seguridad, bienestar y garantizar el sustento de sus familias”, aseguró el padre Joel Ireta Munguía, responsable de la Pastoral de la Movilidad Humana de la Diócesis de Coatzacoalcos.
Para este proyecto, el CICR prestó su asesoría técnica con la elaboración del catálogo de conceptos, la estimación del costo de la construcción y la selección de una compañía constructora. En tanto, Acnur supervisa la construcción de la obra, de 918 metros cuadrados, que incluye un área de curaciones, área administrativa, espacios para brindar atención psicológica y legal, y dormitorios para migrantes en tránsito, solicitantes de asilo, familias y menores no acompañados.
“Proyectos como este sin duda ayudarán a que las personas migrantes que atraviesen esta zona de México tengan un lugar seguro en donde descansar, reciban un trato digno y sean menos vulnerables”, dijo Jordi Raich, el Jefe de la Delegación Regional del CICR para México y América Central.
En ese contexto, es una prioridad para ambas agencias fortalecer la respuesta humanitaria dirigida a personas migrantes, solicitantes de asilo y personas refugiadas en condición de vulnerabilidad.