Durante màs de la mitad de la carrera de Yalitza Aparicio en la Escuela Normal de Putla. Oaxaca, ella trabajaba 24 horas al dìa. Entraba a la escuela a las ocho de la mañana. En el receso se iba a trabajar de mesera a un restaurante. A las cuatro de la tarde que salia de la escuela, volvìa al restaurante a meserear. No recibìa sueldo, ni propinas porque en Putla èstas no se acostumbran. Trabajaba a cambio de la comida del dìa. A las seis de la tarde se iba a trabajar a un hotel como recepcionista, trece o catorce horas seguidas hasta las ocho de la mañana.
En el hotel ganaba cien pesos por jornada. No era sorpresa que se quedara dormida en la clase». Lo escribe Emiliano Riuiz en la revista «Proceso». Foto de «El Paìs»,