Antes de la entrevista con Nicolás Maduro, el periodista Jorge Ramos ya había enviado a Miami, EU, imágenes sobre la crisis humanitaria en Venezuela. Le relató a Carlos Loret de Mola lo sucedido. Dice que Maduro llegó contento y hasta bromista. Aguantó bien durante 17 minutos pero al comentarle sobre la crisis humanitaria, se paró y se fue y ellos quedaron retenidos durante dos horas, en las que les confiscaron todos sus equipos y la grabación. De todos los celulares, sólo devolvieron él de él, en blanco. Sintió a Maduro muy fuerte, por un lado, por que no pudo entrar la ayuda humanitaria, pero también muy preocupado por la presión internacional en su contra. Ya estaba en del aeropuerto próximo a salir y dijo que Marcelo Ebrard y Mexico se portaron «extraordinariamente bien».