«Al ex-Presidente Luis Echeverría Alvarez- de 97 años-, lo alcanzó una intriga, pero no de opositores o de víctimas del poder opresivo, fueron sus propios hijos los que tomaron el control de su residencia, expulsaron a su personal de confianza y le quitaron su autonomía sobre el dinero. Todo se sabe por las revelaciones a «Proceso» de quien fue su asistente personal, María Modesta Gil Cedillo». Lo escribe Jorge Carrasco Araizaga.