A MENUDO, se dan noticias, hasta cierto punto agradables, por cuanto corresponde al esfuerzo que hacen los integrantes de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial para el Estado de Veracruz, luego de que, sin menoscabo de los demás grupos policiacos, han logrado resultados positivos en la lucha diaria por la seguridad, tanto pública, como de la iniciativa privada, que día a día, confían plenamente en la disciplina del IPAX, tanto que a la fecha esta corporación ha tenido que recurrir a la concentración de mas elementos para poder responder a la demanda que tiene permanentemente.

No se trata de una corporación policiaca cualquiera, pues desde siempre, entre sus elementos hay una especie de fusión entre la mística de trabajo y la responsabilidad compartida, enseñanzas que se han generado dentro de la preparación de cada policía y que demuestran en cada servicio que prestan. En el Instituto de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial, hay un compromiso permanente con la sociedad y se ha cumplido, sin duda alguna, al pie de la letra, considerando que aparte de su vida, lo más valioso que tienen las personas, es su propio patrimonio.

En diversas ocasiones, este agrupamiento se ha destacado por sus acciones y se les ha reconocido su valor, su decisión y sobre todo, el cumplimiento de su responsabilidad, pues su formación académica y de valores, entre ellos, el respeto por los demás, la hacen ser una policía confiable.

El IPAX, como se sabe, es una organismo público descentralizado, debidamente organizado, con su propia estructura que la hace diferente a las demás. Es una corporación coordinada, pues sabe perfectamente bien sus límites de actuación, por lo que dependiendo, en calidad de sector, de la Secretaría de Seguridad Pública, esta consciente de que su deber es mantener una relación estrecha con dicha dependencia para todos los casos de seguridad que se requieran. Sin embargo, también están ciertos de que sus funciones son estrictamente de servicios privados, aunque, también intervienen en casos de flagrancia, en acatamiento a la coordinación con las autoridades del sector público.

En ese sentido, no se pueden soslayar sus éxitos, pues han sido protagonistas de actos en que han frustrado, prácticamente, la comisión de grandes delitos, como el robo en trenes y otros más, donde han puesto su vida de por medio, sabiendo que es parte del cumplimiento de su deber.

En el Instituto de la Policía Auxiliar, se preparan todos los elementos que se encuentran en servicio, donde reciben el adiestramiento necesario, el conocimiento de las armas y su manejo responsable, bajo una estricta disciplina que no requiere, desde luego, el exceso en los mandos, pues es una característica de esta policía, el respeto a los demás y la atención que brindan personalmente a todos los ciudadanos, cuestión que se puede apreciar en las propias oficinas, donde se mantiene el orden, el respeto, así como la propia visión que tienen como prestadores de servicio a los demás.

Y es que su estricta preparación, no les quita su propia sensibilidad y esto es algo que no se puede encontrar en otros cuerpos policiacos. En el IPAX, no tan solo son custodios de la vida de las personas y su patrimonio, sino también del respeto a los derechos que cada uno de los seres humanos tiene, de tal manera, que la confianza que les tienen, se la han ganado a pulso, gracias al ejemplo, incluso, que asimilan de sus propios superiores.

Muchos personajes han pasado por la dirección del IPAX, pues bien se tienen presentes en la galería fotográfica que se encuentra en el acceso al edificio donde operan. Ahí están nombres de valiosos personajes que han sabido, en determinado momento, darle impulso a esta corporación, ubicándola como una de las policías más confiables del Estado de Veracruz.

Por eso, este organismo que se administra por sí solo, cuenta con excepcional personal al mando del Comisionado Héctor Manuel Riveros Hernández, con amplia experiencia en el ramo policiaco y una larga trayectoria en el servicio público, principalmente, en el campo de la seguridad pública, donde ha puesto siempre, el mejor de sus esfuerzos para cumplir puntualmente con su responsabilidad en bien de toda la sociedad veracruzana.

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AUNQUE SON VARIOS, creo que un poco más de catorce, los políticos que se han apuntado para dirigir al Partido Revolucionario Institucional, propiamente son dos de ellos que tienen las mayores posibilidades de alcanzar esta oportunidad. Por un lado se encuentra Marlon Ramírez, quien ha puesto siempre su interés en favorecer a su partido, y por el otro, todo parece indicar que también se registró, el ex secretario de Seguridad Pública, en el gobierno de Miguel Alemán, aquí en Veracruz, es decir, José Alejandro Montano Guzmán.

Cualquiera de los dos que pudiera llegar a la Presidencia del Comité Directivo Estatal, tendría que ir acompañado de una mujer, cumpliéndose, en cierta forma, con la cuota de género y para eso hay también registradas varias mujeres que pueden ser bastante útiles a su partido, en este momento angustioso por el que sobrevive.

Destaca, entre ellas, Zaida Lladó, quien por años ha sido una militante aferrada a las siglas tricolores, de tal manera, que lleva dentro de sus venas la sangre priista y esto podría darle la oportunidad de acompañar a quien resultare dirigente, hombre o mujer, para llevar al PRI, a un nuevo escenario político, donde pudiera responder, tanto a su militancia, como a la ciudadanía de esta entidad.

Mucho se ha dicho que el PRI, ya se encuentra desahuciado, pero no hay que negarle la oportunidad de que en cualquier momento pueda revivir y empoderarse nuevamente en las siguientes elecciones intermedias que se tienen en el inmediato futuro político de Veracruz y de México.

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ESTAMOS EN LOS momentos en que uno de los temas más socorridos dentro de la vida pública de Veracruz, y de México, es el combate a la corrupción, en cualquiera de sus formas.

Este es, sin duda, un fenómeno social que ha perdurado por mucho tiempo en el servicio público, que ha sido motivo de grandes discusiones, acusaciones y banderas político electorales, con las cuales se ha logrado arrebatar el poder entre partidos y entre gobernantes, al grado de que en nuestro país, por ejemplo, se han dado cambios sustanciales generados, precisamente, por estos escándalos provenientes de los corruptos gobiernos del pasado.

Ahora, más que nunca, los organismos y dependencias gubernamentales encargadas de la vigilancia en la buena aplicación de los recursos, del buen uso que se pueda dar del patrimonio de todos los veracruzanos, tienen la más alta responsabilidad ante quienes demandan permanentemente honestidad y transparencia.

Por un lado, la Contraloría General del Estado, y por el otro, sin duda, el más importante de estos tiempos, que es precisamente el ORFIS, una instancia que se encuentra obligada moral y legalmente a actuar con toda rectitud, despojada de intereses personales y de presiones internas y externas que lo quisieran obligar a dar resultados favorables en donde haya fallas e irregularidades.

El prestigio alcanzado en los recientes años, ha sido custodiado por el Auditor General, Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, un personaje fuera de serie en estos quehaceres de cumplir cabalmente con su responsabilidad.

El ORFIS, es ahora garante de la honestidad, de honradez, de transparencia, cuyo trabajo es apreciado por todos, dentro y fuera de la propia entidad veracruzana. El ORFIS, es, para nuestros tiempos, el organismo donde descansa la tranquilidad ciudadana, por cuanto corresponde al manejo de los recursos públicos.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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