ENSEÑANZA PERIÓDICA SOBRE LA CIENCIA

DEL PENSAMIENTO, DEL ALMA Y DEL ESPÍRITU.

 LAS FUNCIONES ESPIRITUALES…

“El Sabio va en busca de la Luz y los locos se la dan”…

 

RETROSPECCIÓN

 

Había salido de Rudprayag hacía ya casi una semana y me hallaba entonces en el último pueblo hindú de la frontera del Tíbet.

Rudprayag es como una última huella de la civilización; un coche puede aún llegar allí por una carretera en la montaña, y en este lugar puede hallarse alojamiento y comida. Regularmente vienen los peregrinos a bañarse en la encrucijada de dos ríos, considerada como punto sagrado, luego vuelven hacia su pueblo por la carretera de Dehra Dun, capital de las Provincias Unidas del Norte del Indostán.

Algunos, llenos de devoción, prosiguen su peregrinación a fin de alcanzar en Kedarnath, el Templo dedicado a Shiva, engarzado entre las laderas del Himalaya, a unos 15.000 pies de altura. Son escasos los que siguen más allá de este último vestigio de la religión brahmina, porque después se encuentra el país prohibido: el Tíbet.

Francés de nacimiento, había estudiado las ciencias positivas, según los deseos de mi padre, como Ingeniero y Arquitecto; pero tan pronto me interesaba en la medicina como en la filosofía y en la teología, pues desde la más tierna edad tuve una predisposición para el ocultismo, el hipnotismo y todas las materias del hermetismo.

Establecido en París como psicólogo, había adquirido también cierta fama merced a predicciones astrológicas, las cuales fueron publicadas en la prensa europea y americana, y a emisiones radiofónicas que alcanzaron cierta resonancia cuando mis profecías se confirmaron en lo que se refiere a la desaparición de Hitler, la muerte del Presidente Roosevelt, el fin de la guerra y otros pronósticos que había predicho algunos años antes.

La yoga persistía sin embargo, como el punto central de mi interés, y aún permaneciendo en mis actividades sociales, me iniciaba poco a poco en la Ciencia de los Grandes Rishis y de los Yoghis de la Tradición.

En 1946, siendo entonces Presidente de la Federación Internacional de Sociedades Científicas, en París, propuse al Gobierno de mi país una subvención para una expedición a la América del Sur, para llevar a cabo una investigación de las civilizaciones antiguas.

El Ministerio acababa de aprobar el gasto de cinco millones para la expedición Charcot al polo y la política era poco ventajosa para que el Estado se ocupara en ayudarme; pero la suerte se decidió de otra manera y mi vida desde entonces, empezó a tomar forma definida en el sentido en que me había propuesto desde mi encarnación, expresándome con fraseología teosófica.

Tomaba por fin una actitud clara en cuanto a mis conceptos, principiaba la vulgarización de los principios iniciáticos en gran escala y no sólo para algunos privilegiados, sino para todo el público en general… Hablaba en todos los lugares donde era posible: en Universidades, Aulas públicas, Iglesias, Templos Masónicos, Centros Rosa-Cruces, Sectores de la Sociedad Teosófica; establecía Centros de la Gran Fraternidad Universal, Institutos de Yoga, Escuelas de Astrología, Colegios Esotéricos, etc…

En mi calidad de Alto Dignatario de la Cofradía Blanca, fui recibido en todas partes con entusiasmo, y no obstante que mi enseñanza siempre ha sido orientada hacia las materias más diversas, desde el budismo hasta el estudio de la Biblia, he preferido permanecer como un Yoghi, si fuera posible aplicarme un distintivo.

 

Serge Raynaud de la Ferrière

 

Los Propósitos Psicológicos

Tomo I

Disertaciones Filosóficas

Simbología