Columnas

¿Por qué es importante tener visión de largo plazo?

Joan Lanzagorta

 

Pnsamos muy poco hacia adelante y eso puede ser muy peligroso porque nos puede impedir prepararnos adecuadamente

Eso hace que las personas cada vez más estemos enfocadas en el corto plazo, en lo que hoy necesitamos o queremos. Pensamos muy poco hacia adelante y eso puede ser muy peligroso, porque nos puede impedir prepararnos adecuadamente. El futuro siempre nos alcanza, no lo olvidemos.

Todavía no conozco a ninguna persona que no me haya dicho “si hubiera pensado antes en mi retiro, habría hecho las cosas de manera muy distinta”. Eso es sumamente triste. Como también lo es escuchar historias de gente que contrajo una enfermedad crónica y que se le está agotando el seguro de gastos médicos del trabajo, porque jamás pensaron que algo así podría ocurrir.

Mi abuela siempre me decía que tenía que aprender a ver más allá de mis narices. Que tenía que mirar también el horizonte, para tener una visión más amplia, panorámica, de lo que estaba por venir. Es una de esas enseñanzas que cuando uno es niño parecen poca cosa, pero que son invaluables.

En este espacio siempre hablo de que lo más importante para poder manejar nuestro dinero adecuadamente es tener claro qué es lo que queremos en la vida. Qué es lo verdaderamente importante para nosotros. La respuesta no está en comprarnos los zapatos que nos encantaron, en ir a comer a un restaurante caro o en adquirir la última pantalla plana. Tampoco está en la fiesta que viene el siguiente fin de semana, ni en el concierto de uno de los grupos que nos gustan.

Espero que no se mal entienda. Todas estas cosas son importantes y pueden valer mucho la pena. Pero en la vida hay mucho más, si aprendemos a ver un poco más hacia adelante.

Hace tiempo tuve la gran oportunidad de dar una plática a estudiantes universitarios y les hablé, principalmente, del retiro. Algo en lo que definitivamente un chavo de esa edad no piensa. ¿Por qué lo hice? Para transmitir lo importante que es comenzar esa planeación desde que uno empieza su vida laboral, y se los demostré con números. Las metas de más largo plazo son las que requieren una mayor cantidad de dinero. El tiempo es un factor muy determinante, no sólo por eso, sino también por el efecto del interés compuesto. Mientras más tiempo tengamos, será más fácil juntar la cantidad que necesitemos. Mientras más las pospongamos, la cantidad que tendremos que ahorrar e invertir aumenta de manera exponencial.

No nos equivoquemos, siempre llega un momento en la vida en donde ya no podremos trabajar, ya sea por edad (la enorme mayoría), pero también puede ser por un accidente o enfermedad que nos incapacite para ello, en cualquier momento. No lo sabemos y por eso tenemos que planear para cuando eso suceda.

No podemos saber qué es lo que realmente queremos lograr en nuestra vida si no tenemos visión de futuro. Tampoco podemos planear lo que podría pasar y prepararnos para imprevistos si no pensamos hacia adelante. Por eso es tan importante hacerlo y no quedarnos únicamente con aquellas cosas que queremos tener hoy, aunque eso signifique sacrificar nuestro flujo de efectivo futuro, el dinero que todavía no hemos ganado.

Como todo en la vida, lo importante es tener un equilibrio. Yo no quiero dejar de ir al concierto de mi grupo favorito, ni perderme la oportunidad de hacer un viaje soñado. Pero tampoco estoy dispuesto a sacrificar mi futuro. El dinero, recordemos, es un recurso escaso y habrá veces en los que no nos alcanza para hacer todo lo que queremos. Por eso es tan importante tener claras nuestras prioridades en la vida, no sólo las inmediatas.

Te invito a visitar mi página: http://www.planeatusfinanzas.com, el lugar para hablar y reflexionar sobre finanzas personales.

Tomado de El Economista.