RICOS Y PODEROSOS

Marco A. Mares

Parece inexorable que en breve se coloque en la piedra de los sacrificios el programa de desarrollo regional más importante del sexenio pasado.

En dos meses se decidirá si desaparecen las Zonas Económicas Especiales (ZEE).

La Secretaría de Hacienda, encabezada por Carlos Urzúa, realiza el análisis respectivo.

No es muy difícil anticipar que el proyecto de las ZEE desaparecerá porque uno de los tres grandes proyectos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador es el Corredor Interoceánico, como le denominan ahora al Corredor Transístmico, en la zona del Istmo de Tehuantepec.

El titular de las finanzas públicas habla con especial entusiasmo acerca del Corredor Interoceánico.

Asegura que cuando se lance la licitación para seleccionar a la empresa privada que opere todo el sistema del Corredor Interoceánico se pelearán entre las nacionales y extranjeras por su asignación.

Por eso, es muy probable que el gobierno lopezobradorista se enfoque en su propio proyecto.

En pocas palabras, el proyecto del Corredor Interoceánico enterrará al proyecto de las Zonas Económicas Especiales.

Ambos proyectos tienen el mismo objetivo: impulsar el desarrollo regional.

Los costos
¿Cuál sería el costo económico en caso de que el gobierno opte por cancelar el proyecto de desarrollo regional más importante del sexenio de Enrique Peña Nieto?

De entrada, sólo de inversiones comprometidas se perderían 3,000 millones de dólares que ya estaban listas para hacerse realidad, pero que en el tránsito de un gobierno a otro no recibieron la autorización respectiva.

Más 8,600 millones de dólares que estaban con cartas intención.

Según la prospectiva de la Unidad de Promoción de Inversiones de la AFDZEE se registran 95 proyectos de empresas que han expresado interés de invertir con inversiones por 8,234.5 millones de dólares y 31,080 empleos.

Sumados, son 11,600 millones de dólares que estuvieron muy cerca de aterrizar en las distintas ZEE, pero que al final no se concretarán.

De acuerdo con información de la Unidad de Promoción de Inversiones de la AFDZEE, el potencial de inversiones según los dictámenes suma un total de 42,287 millones de dólares y 367,909 empleos.

Es inversión que estaba destinada a impulsar la región sur-sureste con el objetivo de cerrar la brecha económica y social que existe con el resto del país.

Esos serán los costos reales, inmediatos de inversiones que no se realizarán, más las potenciales, cuyas proyecciones ya habían sido dictaminadas por el gobierno peñista.

En su momento, la Autoridad Federal para el Desarrollo de las ZEE de la pasada administración contó con una propuesta basada en las mejores prácticas nacionales e internacionales por parte del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco Mundial.

Siete son muchas
De acuerdo con la nota de la reportera de El Economista, Camila Ayala Espinosa, las ZEE están en riesgo de desaparecer.

Rafael Marín Mollinedo, jefe de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales de la Zonas Económicas Especiales (AFDZEE), de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), dijo que se está analizando si desaparece el proyecto.

En dos meses se dará a conocer la resolución.

De entrada, el diagnóstico del jefe de la Autoridad Federal no es alentador.

Dice que tener siete ZEE pulveriza los esfuerzos y reduce los ingresos que recauda el SAT.

Y asegura que el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo criticaron el número de ZEE, cuando, desde el punto de vista de esas instituciones, debieran ser una o dos. Extraoficialmente señalan que en el actual gobierno refieren que se requerirían inversiones gubernamentales por 120,000 millones de pesos para echar a andar las ZEE.

Sin embargo, quienes apoyan el proyecto desmienten la cifra.

Al final será una decisión que tendrá que tomar el gobierno mexicano sobre la base de costos y oportunidades.

Desaliento
Aunque se entiende que cada gobierno quiere llevar a cabo sus propios proyectos y darles prioridad, lo cierto es que habrá que ver cuáles son los criterios y las bases sobre las que eventualmente se tomará la decisión de cancelar las ZEE, en la medida en que representan desaliento y pérdida de confianza de los inversionistas.

Lo que requiere hoy México y así lo han reconocido el presidente López Obrador y el secretario de Hacienda Carlos Urzúa es elevar el nivel de inversiones privadas.

Al tiempo.

Atisbos
AVIÓN. Inicia formalmente el proceso de venta del avión presidencial. Lo pondrá en venta el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien durante toda su campaña repitió que era un avión tan caro que no lo tenía ni Obama. Hay que recordar que originalmente lo pidió y contrató su arrendamiento el presidente Felipe Calderón y lo recibió el presidente Enrique Peña Nieto. Ojalá se dé a conocer el estudio de mercado que se realizó para la enajenación. Que se haga público el costo de mantener sin operación al avión presidencial. Y el costo que tendrá eliminar el arrendamiento, porque, hay que recordarlo, en realidad no venía siendo un activo del gobierno mexicano.

Tomado de EL Economista.