Lugar:
Fuente:
La Jornada / Susana González G.

La secretaria de Economía, Graciela Márquez, declaró que sí existe un «cierre parcial» de la frontera con Estados Unidos, pero justificó que no se debe a «restricciones al comercio» impuestas por Estados Unidos, sino a «decisiones administrativas que se traducen en restricciones comerciales».

Estados Unidos relocalizó a sus funcionarios en la vigilancia de la frontera por una restricción presupuestal, dijo la secretaria, durante una conferencia de prensa con Roberto Azevêdo, director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Hasta ahora el sector exportador había negado que hubiera un cierre parcial de la frontera, pero la funcionaria lo admitió este jueves.

Márquez dijo que los principales productos afectados por el cierre parcial de la frontera son los agropecuarios y eso no sólo afecta a México, sino también a los consumidores estadunidenses, que no encontrarán vegetales frescos en los anaqueles de los supermercados, pero aseguró que autoridades y empresarios mexicanos exploran otras alternativas de transporte, como el barco.

Aclaró que el gobierno de México no puede interponer ninguna queja contra Estados Unidos ante dicho organismo por un cierre definitivo de la frontera, porque hasta ahora sólo son declaraciones y no hechos.

«Tendríamos que esperar al cierre definitivo de la frontera como una medida de obstaculización al comercio y no en términos administrativos como ha sido hasta este momento… Hasta lo que tenemos hoy en día, el gobierno de México no puede actuar por declaraciones, sino por hechos. Lo que tenemos ahora son ajustes administrativos que no nos dan para levantar una queja. Cuando venga una medida de otra naturaleza, entonces seguramente actuaremos, pero no quisiera especular de declaraciones que muchas veces no se hacen realidad», puntualizó la funcionaria.

Frente a la nueva amenaza de Trump de que impondrá aranceles a las importaciones de autos desde México si no se frena la migración y trasiego de droga, Márquez dijo que se deben mantener por separado los temas de migración y temas comerciales, aunque el gobierno estadunidense los mezcla a veces.