«Quien seguramente se mordió la lengua fue Napoleón Gómez Urrutia cuando dijo que con la reforma laboral se acabó el charrismo sindical. Lo dice quien lleva 17 años como líder sindical minero, cargo que heredó de su padre, Napoleón Gómez Sada, quien se avento nomás 40 años como dirigentge.. Gómez Urrutia es el mismo que acaba de recibir la toma de nota de la Secretaría el Trabajo para la creación de su propia central obrera: la Confederación Internacional de Trabajadores, que integran 10 federaciones y 150 sindicatos». Lo escriben en «Templo Mayor» de Reforma.