El día después de la victoria, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) enseñó las cartas con la que iniciará las negociaciones de cara a la sesión de investidura: su intención es gobernar en solitario, sin un acuerdo fijo con ningún partido político y sí con pactos puntuales para sacar adelante sus iniciativas parlamentarias, sobre todo los presupuestos generales del Estado. Así lo confirmó la vicepresidente del gobierno, Carmen Calvo, que defendió este modelo para tener más flexibilidad para desarrollar las políticas que prefiera tras su reelección el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
La victoria sin paliativos del PSOE, con 123 diputados y cerca del 29 por ciento del electorado, permitirá a Sánchez abrir varios escenarios de negociaciones, sobre todo por el resto del reparto de los diputados en el Congreso. Es decir, el siguiente: el PSOE obtiene 123 diputados; el PP, 66; la formación Ciudadanos (C´s), 57; Unidas Podemos (UP), 42; y la emergente de extrema derecha Vox, 24.