Como resultado de la implementación de las estrategias del Plan Nacional de Desarrollo (PND), la actual Administración espera que la economía mexicana alcanzará una tasa de crecimiento de 6 por ciento en 2024.
En promedio, se estima que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del País sea de 4 por ciento durante todo el sexenio.
De acuerdo con el Plan 2019-2024, esto se logrará a través del estímulo a la inversión en infraestructura, inversión privada y finanzas públicas sanas.
«El fortalecimiento de los principios éticos irá acompañado de un desarrollo económico que habrá alcanzado para entonces una tasa de crecimiento de 6 por ciento, con un promedio sexenal de 4 por ciento», menciona el documento.
Para reactivar la economía, la principal estrategia será el fortalecimiento de mercado interno mediante una política de recuperación salarial y la proyección de creación masiva de empleos productivos permanentes y bien remunerados.
«El sector público fomentará la creación de empleos mediante programas sectoriales, proyectos regionales y obras de infraestructura, pero también facilitando el acceso al crédito a las pequeñas y medianas empresas, y reduciendo y simplificando los requisitos para la creación de empresas nuevas», se lee en el texto.
Algunas de las metas planteadas son sacar a 20 millones de mexicanos de la pobreza y 5 millones de la pobreza extrema.
Asimismo, se plantea reducir la informalidad laboral de 56.5 por ciento a 54.6 por ciento y recuperar el poder adquisitivo de los salarios en 20 por ciento.
También se pretende que la industria incremente su contenido nacional del 27 por ciento actual a 33 por ciento.
«Será importante continuar promoviendo industrias que han sido exitosas, que son una fuente importante de empleo e inversión y que están integradas en la economía global, como la producción automotriz o el potencial turístico. También se impulsará a sectores e industrias que tienen un potencial económico, social y ambiental; algunas han sido relativamente marginadas como la inversión productiva en el campo», de acuerdo con el PIB.
La inclusión financiera deberá de subir sustancialmente, ya que la integración de los adultos al sistema financiero deberá de pasar del 43 por ciento actual a 50 por ciento. Además, se quiere que los pagos realizados con medios electrónicos como proporción del PIB pasen del 18.6 por ciento actual a 25 por ciento.
En términos energéticos se buscará disminuir la dependencia. El índice de producción nacional de energía primaria como proporción del consumo nacional de energía deberá de pasar de 0.7 a 1.
«El Gobierno federal respetará los contratos suscritos por administraciones anteriores, salvo que se comprobara que fueron obtenidos mediante prácticas corruptas, en cuyo caso se denunciarán antes las instancias correspondientes», sostiene el Plan.
La Administración encabezada por Andrés Manuel López Obrador prometió no gastar más dinero del que ingrese a la hacienda pública.