A pesar de lo mucho que se ha dicho y escrito sobre el histórico cuarteto de Liverpool, después de los más menos 60 años de que se formaron a la luz del llamado de John Lennon como la mítica agrupación Quarrymen (‘Los hombres de Quarry’ – Quarry Bank High School), interpretando covers y éxitos ajenos de rock and roll en tabernas marginales de su ciudad natal, se puede decir y afirmar que la beatlemanía continua y está más viva que nunca.

Y es que la mítica agrupación, sin querer, hizo de su música una especie de salmos y cantos profanos para convertirse en algo lo más parecido a una religión, una religión que hemos adorado a través de los años millones de fanáticos a lo largo y ancho del mundo entero. Nunca nos vamos a cansar de escucharlos, nunca viene mal sintonizar ‘She’s leaving home’ (‘Ella se va de casa’) o ‘With a little help from my Friends’ (“… qué debo hacer cuando mi amor está lejos… oh me las arreglo con una pequeña ayuda de mis amigos”), nunca vienen mal cuando estás triste y te quieres poner aún más triste o cuando necesitas una especie shot musical para alimentar aunque sea un poco nuestro optimismo.

En estos días he mantenido comunicación con un nuevo amigo. Tengo días de conocerlo, pero por la mutua afición por John, Paul, George y Ringo, siento que tengo años de conocerlo. Es un beatlemaniaco consumado, con lo cual no lo quiero ni pretendo demeritar, lo que quiero decir es que es un auténtico conocedor de las entrañas del legendario grupo, de sus mitos, chismes, símbolos, historias y leyendas, vamos, de todo aquello que llaman parafernalia. Y es que así es, Guillermo López González podría escribir un tratado sobre la agrupación Liverpooliana con la mano en la cintura.

Me contactó a través de mi correo porque por ahí leyó en Crónica del Poder algo que escribí de los británicos. Por supuesto algo escrito desde el empirismo que me da leer de todo y de saber un poco de todo. Aunque mi gran paradoja, acá entre nos, es que, en cuanto más sé siento que menos conozco, pero eso es otra cosa. La cosa es que con respecto a Memo López González pues resulta que su afición por The Beatles lo ha llevado a tener un programa en radio dedicado a reproducir su música y a comentar algunos de los secretos que están detrás de cada una de sus letras. Porque esa es precisamente una de las razones que han hecho que The Beatles sean un grupo leyenda.

Detrás de cada una de sus composiciones hay una inspiración escondida, desde una calle, la escuela de la juventud, una novia, los amigos, un poema, una maestra, una granja, un ama de llaves, un viaje al oriente, un ‘pasón’ por un toque de mota o LSD, una infidelidad, un amor fallido, la muerte de un ser querido, el recuerdo del papá o la mamá, etc.). La música de The Beatles es un poco, como para que me entiendan, lo que muchos años después vino a hacer Alfonso Cuarón a través de un filme (‘Roma’), en donde hace un retrato fiel de una etapa de su infancia que tiene grabado el cineasta en su imborrable memoria. Lo mismo me pasa a mí.

Yo felicito a Memo por ser un gran divulgador de la música de The Beatles, tiene material inagotable, y él, por dos programas en los que lo he seguido, se ve que cuenta con un bagaje amplio de conocimientos de su música y de las personalidades disímbolas de cada uno de sus integrantes. El programa se llama ‘Antología Beatle’, pasa todos los sábados por ABC Radio de 16 a 17 horas por ABC Xalapa Radio, en el 92.9 de Frecuencia Modulada, mismo que también puede usted seguir desde su Smartphone.

Sintonícelo, va a ser de su agrado, Memo le va a develar muchos de los secretos y misterios del famoso cuarteto.

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@marcogonzalezga