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Dos Bocas, la apuesta

Contra todas las opiniones financieras y energéticas, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se mantiene firme y desafía incluso a las “mejores empresas del mundo” en la construcción de refinerías, para construir, a través de Pemex, la refinería de Dos Bocas, en sus propios e inamovibles términos: a un costo de 8,000 millones de dólares y en un plazo de tres años.

Luego de desechar las propuestas de tres empresas internacionales especializadas, porque superaron el tope presupuestal y el horizonte de tiempo, decide embarcar a Petróleos Mexicanos —con delicados problemas de deuda y operación—, a la construcción del proyecto gubernamental. Implícitamente, el gobierno mexicano está desoyendo la experiencia y el conocimiento de empresas internacionales especializadas en cuanto al costo de un proyecto de esa naturaleza y el tiempo que llevaría su construcción.

Además, decide encargar a la petrolera mexicana la construcción de una refinería, cuya última experiencia en ese tipo de trabajo fue hace 40 años.

El presidente de la República hizo el anuncio durante la conferencia mañanera, en la que informó que las propuestas económicas de los licitantes fueron por 10,000 millones de dólares y 12,000 millones de dólares, y en tiempos mayores a los tres años.

Nota crediticia, en riesgo

Por los antecedentes sobre el tema, la decisión presidencial implica un riesgo no sólo para la calificación crediticia de Pemex, sino también un riesgo para la nota de crédito soberana.

Como le he comentado en este espacio, los análisis especializados observan con atención los pasos que está dando en materia energética el gobierno lopezobradorista. Y lo analizan en función de si seguirá un modelo de refinación, como ayer quedó claro, o un modelo de exploración, explotación y comercialización de petróleo, como ya también quedó claro que cada vez es menos probable.

Pero si preocupaba que el gobierno mexicano estaba interesado en construir la refinería, con la participación de empresas internacionales, ahora seguramente estarán más preocupadas porque lo hará Pemex, que ya tiene problemas de sobra y ahora tendrá una carga adicional con una tarea ajena a sus actividades de las últimas cuatro décadas.

Propuestas caras

El jefe del Ejecutivo dijo que las empresas internacionales presentaron sus presupuestos con referencias de costos internacionales, diferentes a los que se tienen en México.

Por tales razones, decidió que Pemex construya la refinería de Dos Bocas.

Primero declaró desierta la licitación respectiva y luego informó que Pemex, dirigida por Octavio Romero, la construirá bajo la supervisión de la Secretaría de Energía, que encabeza Rocío Nahle. La construcción, anticipó el mandatario, iniciará el próximo 2 de junio para que la refinería esté lista en mayo del año 2022.

Sobre advertencia

Sobre advertencia no hay engaño, dice el dicho, que se ajusta al tema de la refinería de Dos Bocas. Las calificadoras ya habían reaccionado o por lo menos colocaron la lupa sobre el tema.

La decisión presidencial para que Pemex construya la refinería de Dos Bocas añade intensidad a la preocupación e incertidumbre que registran las calificadoras internacionales.

Desde que se anunció que Dos Bocas es uno de los proyectos prioritarios de este gobierno, las agencias calificadoras manifestaron sus dudas, porque, desde su punto de vista, una refinería no necesariamente es rentable y porque la designación de un presupuesto elevado para la construcción desviaría importantes recursos que necesita con urgencia la petrolera mexicana, no sólo para enfrentar los pagos inminentes de los vencimientos de distintos tramos de su deuda superior a 104,000 millones de dólares.

Hay que recordar que, ante los planes de construcción de una nueva refinería más la reconfiguración de las seis existentes, las reacciones no se hicieron esperar. En enero de este año, la calificadora Fitch degradó la nota crediticia de Pemex.

En marzo, Standard and Poor’s colocó en perspectiva negativa a Pemex. Y también a principios de este año, Moody’s advirtió que le “daría el beneficio de la duda” al gobierno y a Pemex durante seis meses.

Ahora es posible esperar a que, conforme se vaya convirtiendo en realidad el anuncio de hoy se registren nuevas reacciones por parte de las calificadoras.

Ayer mismo los mercados registraron el anuncio. Los bonos de Pemex reaccionaron a la baja luego del anuncio de la construcción, por Pemex, de la refinería de Dos Bocas.

Los bonos de Pemex con vencimiento al 2027 y al 2047 retrocedieron 0.64 y 0.42%, respectivamente.

De acuerdo con datos de Bloomberg, los credit default swaps (CDS) o seguros contra impago sobre la deuda de Pemex a cinco años presentaron una alza en sus primas de 1.61%, hasta el mediodía. Y a las reacciones y advertencias en el ámbito financiero, hay que agregar el análisis del Imco que concluye que Dos Bocas tiene sólo 2% de posibilidades de éxito.

Sí se puede: Nahle

De acuerdo con las declaraciones de Rocío Nahle, Pemex sí tiene la capacidad para construir una refinería y México cuenta con el capital humano especializado para hacerlo.

La mentalidad de que México no puede producir su propia gasolina es una mentalidad perezosa y la mentalidad de este gobierno es de trabajo y desarrollo, dijo.

Al mismo tiempo, Nahle recordó que Pemex construyó dos refinerías hace 40 años.

La Coparmex, encabezada por Gustavo de Hoyos, le pidió al presidente de la República que reconsidere los riesgos sobre Pemex, si construye Dos Bocas.

ATISBOS

TOMATE. Bosco de la Vega, dirigente del Consejo Nacional Agropecuario, es optimista y anticipa que el arancel de 17.5% sobre las exportaciones de tomate mexicano a EU podría ser superado en cuatro semanas. Ojalá.

Tomado de El Economista.