La guitarrista y pedagoga Martha Salado, adscrita a la Dirección General de Difusión Cultural de la Universidad Veracruzana (UV), asistió al XIV Festival Internacional de Música de Cámara en La Habana, Cuba, y a su regreso indicó que la intención de Frank Fernández, pianista y organizador del encuentro artístico, es reunir en la isla caribeña a lo más representativo de Latinoamérica en el renglón camerístico.
“Fue un acontecimiento de excelente nivel cultural en el que participaron muchos guitarristas en diversas combinaciones, además de la presencia de orquestas provincianas de Cuba, que no es frecuente ver en La Habana debido a los costos de traslado y alimentación”, indicó la entrevistada.
Al comentar la delicadeza en la interpretación mediante ensambles no numerosos, el proceso de identificación que se hace necesario entre los intérpretes y la permanencia durante 14 años consecutivos del festival referido, Salado hizo una observación medular: “Estos encuentros guardan relación directa con el nivel de educación de políticos y pueblo. Hubo mucha música nueva, que no es sencilla de escuchar, pero el público cubano permaneció durante horas en la sede mostrando un elogiable respeto y aprecio hacia los artistas”.
También originaria de Cuba, Martha dijo que los grandes músicos isleños, incluidos quienes integraron la denominada “nueva trova cubana”, mantienen fuerte presencia social. “No son gente que se guarda en su casa. Son participativos, generan movimientos culturales que cuentan con apoyo gubernamental”.
Agregó que en México nos haría bien la implementación de programas que trasciendan los periodos de administradores y funcionarios públicos, rectorías universitarias, presidencias municipales y gubernaturas. “Parece una meta acabar con lo bueno que dejó el anterior”.
Comentó que el artista no puede programar resultados concretos, como si el salón de clases fuese un taller que deba fabricar 300 lápices. “Trabajamos con material humano sensible, nos enfocamos a mejorar la calidad mediante el arte y la música; por lo mismo, los proyectos deben ser duraderos y no liquidarlos como sucedió con el festival Junio Musical de la Universidad Veracruzana”.
Salado expuso que le gusta la música contemporánea para guitarra y mucho de ello realiza en su trabajo para la Dirección General de Difusión Cultural. “Familiarizar al escucha con las técnicas experimentales, las sonoridades novedosas y posibilidades percusionísticas de la guitarra, tal como lo propuso desde la década de los setenta el cubano Leo Brouwer”.
Inmediatamente después de su regreso desde el Caribe, la entrevistada tiene la idea de formar agrupaciones de mujeres latinoamericanas para participar inicialmente en el Festival de la Identidad, en Cuba. “Muchas de nosotras nos graduamos, nos hemos casado, somos madres y con el paso del tiempo estudiamos cada vez menos. La vida avanza y adquirimos otras responsabilidades”.
Además de su retorno a festivales en Cuba, Salado ha sido invitada para tomar parte este año en actividades académicas para la Universidad de Florida, en Miami. “Mi idea es aportar al arte de la guitarra. Me interesa la igualdad de oportunidades, nos hace bien el aplauso de las propias mujeres en lugar de la condena por un embarazo que parecía significar el fin de toda una carrera. Podemos ser mamás, ser buenas profesionistas y generar nuevos proyectos. No soy pasiva, soy inquieta y siempre busco la manera de crecer. No es enarbolar la bandera del feminismo, es una búsqueda por igualdad de condiciones”.
Por: Jorge Vázquez Pacheco