La demanda más grande.

Empleo, inversión. impuestos.

100 Años de paz.

Lucha contra fantasmas.

 

Hay  temas que para ser abordados requieren ilustración, especialidad; otros; solo observación, experiencia y todos un elemental sentido de racionalidad.

Desde ese ángulo planteo algunas consideraciones sencillas al alcance del común de la gente que por su obviedad pienso que no deben pasar inadvertidas….. particularmente en estos días cargados de inquietud e incógnitas por el futuro de nuestro país.

La demanda más grande y sentida de millones de mexicanos del segmento intermedio y del menos favorecido de la población es Empleo, Empleo, Empleo…..aún sobre requerimientos por la inseguridad, la deficiente atención  a la salud, la baja calidad de la educación, los pésimos servicios públicos, el alto, creciente costo de la vida….etc.

El desempleo es el origen de la pobreza y aún de la miseria dependiendo de su magnitud.

El empleo en todo el mundo y aquí es solo resultado de la inversión pública y privada nacional y extranjera y para que estas se realicen es necesario que el gobierno tenga ingresos provenientes principalmente de una población con capacidad contributiva, esto es, requiere una población  con suficiente riqueza para pagar contribuciones.

Los particulares, empresarios, chicos y grandes para invertir requieren en primer lugar incentivos económicos ( se invierte para ganar y pagar impuestos) además de seguridad jurídica ( no puede haber cambio de reglas legales a contentillo sin marco jurídico inviolable.

El dinero,   poco o mucho de la Hacienda Pública debe ser aplicado al gasto corriente de la administración, a la creación de infraestructura para el desarrollo ( carreteras, puertos, aeropuertos,  energía, servicios públicos….etc)   y a las políticas sociales ( salud, educación, vivienda) también y solo temporalmente a las políticas asistenciales de apoyos ( a viejos pobres, adultos desempleados, jóvenes sin escuela ni trabajo.

Si lo anterior es así, o parcialmente cierto, pudiera pensarse que el diseño de un plan de desarrollo debiera ajustarse en lo posible a esos objetivos y prioridades.

No es distinto en ningún país del mundo, ni en las democracias más avanzada; ni en los regímenes más autoritarios o aún totalitarios o dictatoriales…..todo mundo, todos los individuos desean tener trabajo, progresar, ascender, ese es el impulso basal que distingue a la especie humana….todo mundo quiere libertad y progreso, en China Capitalismo de Estado, Europa democracia y economía de mercado, Estado Regulador.

En África, Asia y América países abiertos económicamente al mundo y expulsores de emigrantes por economías subdesarrolladas o en desarrollo.

La “globalización” es un hecho real, todos somos interdependientes, intercomunicados y de alguna

manera regidos por un orden supranacional.

Las políticas insulares, los nacionalismos exacerbados son un anacronismo que se extingue.

Si no marchamos a ese paso, el tributo que se paga es pobreza, subdesarrollo y turbulencia social.

La vigencia del estado de derecho y la firmeza funcional de las instituciones son condiciones ineludibles para que nuestro país no pierda el paso.

Tenemos un siglo sin guerra civil, sin revolución, de paz, lento pero firme avance de justicia social y crecimiento económico, no desaprovechemos ese activo precioso…hay que acrecentarlo y cuidarlo.

La  historia antigua y reciente de México está escrita y es el relato de los acontecimientos pasados… pienso que la historia que importa más a los mexicanos de hoy es la presente y futura…. Allí están los retos y las metas…no creo que en este tiempo sea eficaz estar exhumando héroes o  villanos del pasado remoto para que la sociedad actual los apoye o luche contra ellos como forma de avivar rencores sociales por diferencia de clases o antagonismos ideológicos extremos con carga de fanatismo que en confrontación constante insoluble persigan enemigos fantasmales para fortalecer su lucha por el progreso, bienestar y justicia que todos queremos ahora.

 

 

RAYMUNDO FLORES BERNAL.

11 MAYO 2019.