A los confundidos o desencantados hay que persuadirlos de que la 4a. Transformación avanza, que es una revolución pacífica, implacable pero civilizada ( quizá la primera en el mundo en su tipo) Responde al mandato de millones de ciudadanos, mandato de la aplastante mayoría de electores conscientes. El viejo régimen está muerto, falta sepultarlo o incinerarlo para que de sus cenizas también nazca una nueva época. Esto apenas empieza, se llevará varias décadas y nada ni nadie la contendrá porque no es ocurrencia del Presidente; el solo interpreta y obedece. La 4a. lleva la incontenible fuerza de la necesidad histórica de una Nación que se niega a desaparecer,que vive un nuevo ciclo de vida y está decidida a construir en el presente un futuro para las generaciones de hoy y de mañana. Una esperanza que no se la volverán a arrebatar. La 4a. T es como la creciente de un gran río, lleva de todo. Eso es natural. Nada debe espantarnos. Ni siquiera la flaqueza o la traición. Ninguna transformación social es 100% pura. Extraer los tumores de un cuerpo cuesta muchos esfuerzos y se producen resistencias qué hay que vencer. Al extraerlos, suelen quedarse residuos o células cancerígenas que alcanzaron a viajar por la sangre y que también deben ser descubiertas, combatidas, destruidas o neutralizadas. Alienta saber que la lucha contra el cancer de la corrupción, por un nuevo orden y rumbo, avanza en cada decisión del Congreso y del Presidente Andrés Manuel. Alienta saber que cuando se equivoca, rectifica y no deja de avanzar. Benditas las redes sociales impulsoras de una nueva conciencia social y de más ciudadanos empoderados. El cancer de la corrupción, la impunidad, la injusticia, la desigualdad, y de toda clase de discriminación se ha de librar en todas partes. Esta lucha no tiene cuartel y creo que ni fronteras.