Un portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos confirmó que esa dependencia estudia e investiga los fenómenos aéreos no identificados.
En declaraciones al diario The New York Post, Christopher Sherwood explicó que el Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (AATIP) sigue activo, pese a que el Pentágono había asegurado su cierre en 2012.
También señaló que el Pentágono, sede del Departamento de Defensa, “continuará la investigación, a través de procedimientos normales, de los informes de aeronaves no identificadas encontradas por aviadores militares de Estados Unidos”.
Esto con el fin “de garantizar la defensa de la patria y la protección contra la sorpresa estratégica de los adversarios de nuestra nación”.
Mientras tanto, el exfuncionario de Defensa del Reino Unido, Nick Pope, quien investigó en secreto los ovnis para el gobierno británico durante la década de 1990, calificó los comentarios del Departamento de Defensa como una “revelación bomba”.
Resaltó que las declaraciones oficiales anteriores indicaban que la iniciativa AATIP se ocupaba de las amenazas planteadas por la próxima generación de aviones, misiles y aviones no tripulados.
“Esta nueva admisión deja en claro que realmente estudiaron lo que el público llamaría ovnis (objetos voladores no identificados)”, expresó.
Por otra parte, el escritor estadounidense John Greenewald Jr., cuyo sitio web The Black Vault archiva documentos gubernamentales desclasificados sobre informes de ovnis y otros temas, también se refirió al uso del término “fenómenos aéreos no identificados”, por parte del Pentágono, como una declaración sin precedentes por su franqueza.
“Creo que es una declaración bastante poderosa, porque ahora tenemos evidencia real, evidencia oficial, que dice: “Sí, el AATIP se ocupó de los casos de ovnis, fenómenos, videos, fotos, lo que sea”, citó The Post al autor.
Greenewald también manifestó que espera que el Pentágono divulgue más información sobre el AATIP, ya sea de forma voluntaria o ante solicitudes del público, en virtud de la Ley Federal de Libertad de Información.
En 2017 The New York Times reveló que el Pentágono llevaba años otorgando capital para el Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas, y que durante 2008 y 2011, 22 millones de dólares fueron destinados para financiar dicho programa.