EL CICLO NARRATIVO DE CHIAPAS. (V)
Para Joseph Sommers la novela: “Oficio de Tinieblas” de Rosario Castellanos, es la obra más completa e innovadora en la temática indigenista. La obra está basada en un hecho histórico sucedido en San Cristóbal, Chiapas, en el año 1867, sin embargo, la escritora partiendo de este hecho recrea la historia en tiempos y circunstancias diferentes, e incluso en una entrevista la propia escritora declaró: “Por más que quise, no pude ser fiel a la historia. Abandone poco a poco el suceso real. Lo trasladé de tiempo, a un tiempo que conocía mejor, la época de Cárdenas, momento en el que, según todas las apariencias, va a efectuarse la reforma agraria en Chiapas.”
El hecho histórico consiste en el levantamiento de los indios Chamulas, en San Cristobal. Este hecho culminó con la crucifixión de uno de estos indios, al que los indígenas proclamaron el Cristo indígena. Esto mismo de manera recreada sucederá en la novela. Es importante puntualizar que en su amplia obra Rosario Castellanos crea un universo literario donde algunos personajes aparecen en distintas obras o su emblemática Ciudad Real se encuentra en varios de sus cuentos y en esta novela.
En Oficio de Tinieblas aparecen muchos personajes, dos razas, por una parte, los indios y por otra los mestizos, no obstante, desde un análisis personal considero que los protagonistas centrales son Pedro Gonzales Winiktón y su esposa Catalina. La novela se vuelve extensa porque Rosario Castellanos nos narra un sinfín de vivencias y hechos de los distintos personajes, esto con la finalidad de enseñarnos cómo se relacionaban los indios con los mestizos, las violaciones, abusos, humillaciones, explotaciones que sufrían los nativos, y su sentimiento de inferioridad ente los blancos.
En el hecho histórico real, cuando los indios crucifican a uno de los suyos y lo declaran el Cristo indígena, la interpretación que se le ha dado al suceso es que los indios cuando se revelan buscan en sus movimientos alcanzar derechos, igualdad ante los blancos, y la forma en que consideran podrán lograr sus objetivos es imitando al mundo mestizo, la escritora afirma que al momento de la crucifixión: “Por un momento, y por ese hecho, los chamulas se sintieron iguales a los blancos.” Y no es porque el mundo indígena carezca de identidad o no amen sus tradiciones, estilos de vida, idiosincrasia, sus actitudes se derivan por ser maltratados y humillados por la raza blanca, por el mundo aparentemente civilizado, y naturalmente consideran que imitando podrán ser aceptados y reconocidos por los otros.
Partiendo del hecho mencionado, Rosario Castellanos narra su historia en el Gobierno de Lázaro Cárdenas, cuando este bien recordado Presidente realizó un importante reparto de tierras otorgándole muchos derechos a los trabajadores, en esta etapa el famoso lema de la tierra es para quien la trabaja se hizo realidad.
En la novela nos encontramos con Fernando Ulloa, un ingeniero que estaba a favor y trabajaba para hacer cumplir las leyes del Presidente, cuando Fernando llegó con los chamulas se entrevistó con el exjuez Pedro González Winiktón, quien era de los pocos que hablaban el idioma castellano. Los indios se entusiasmaron por la enorme oportunidad de recuperar sus tierras, trabajarlas sin tener que pagar renta, creyeron que el tiempo de la justicia social había llegado.
Catalina es una protagonista central, se dedica a la brujería y ella les presagió que los dioses le habían dicho que recuperarían sus tierras, por estos dichos se armó la lucha entre los indios contra los mestizos, en medio del conflicto un sacerdote murió y los chamulas llegaron a crucificar a un hijo de Marcela para ser ellos igual que los ladinos, pero, aun así, nunca pudieron alcanzar su sueño dorado de ser iguales a los ladinos, a los blancos, a los de lengua castellana.
Cuando los indios exigieron sus derechos, Rosario Castellanos nos cuenta en un fragmento de una entrevista que le hizo Emmanuel Carballo, que: “Este hecho probable produce malestar entre los que poseen las tierras y los que aspiran a poseerla, entre los blancos y los indios. El malestar culmina con la sublevación indígena y el aplastamiento brutal del motín por parte de los blancos. Según la historia el levantamiento amenazó la seguridad de San Cristoba. Los chamulas estuvieron a punto de invadir la ciudad; se retiraron, estando frente a ella, porque les aterrorizó el prestigio secular de los blancos, no tanto la fuerza ya que en ese momento estaban desarmados. De acuerdo con la manera de vivir y de concebir el mundo, a los chamulas le era imposible conquistar la ciudad enemiga. Me explico. Entre ellos la memoria trabaja en forma diferente: es mucho menos constante y mucho más caprichosa. De ese modo, pierden el sentido del propósito que persigue. Se lanzan contra pequeños pueblos, contra ranchos sin dueño y, en unos y en otros, desahogan la violencia. Conforme se produce el desahogo, la violencia deja de ser necesaria, aunque no haya producido los efectos que se proponía. En ese momento, Oficio de Tinieblas se convierte en novela y se aparta definitivamente de la historia.”
Oficio de Tinieblas es una de las novelas más emblemáticas de Rosario Castellanos, muchas realidades allí descritas no han cambiado, hoy a veinticinco años del levantamiento del EZLN, releer el ciclo narrativo de Chiapas, es la mejor manera de revalorar al mundo indígena chiapaneco, y, sobre todo, comprenderlo.
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