A través del estudio de investigación titulado “Efectos del riesgo de depredación sobre el ámbito hogareño y condición fisiológica del cacomixtle (Bassariscus astutus)”, Mariano Avendaño Díaz, estudiante del segundo semestre del Doctorado en Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV), analiza los efectos y cambios en la conducta del cacomixtle, mamífero que se ve amenazado por uno de sus principales depredadores: el coyote.
El investigador, quien el pasado 8 de mayo impartió la plática “Competencia intragremial: un modulador del comportamiento”, dentro de las actividades de la Comisión de Seminarios del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB), comentó que el propósito de su estudio doctoral es establecer cómo repercuten los cambios en la conducta sobre la condición fisiológica del individuo, pues si existe un problema de este tipo puede traer consigo una afectación en la etapa de reproducción y sobre su población.
El joven egresado de la Facultad de Biología de la UV dio a conocer que la fase de exploración la desarrolla en la Reserva “San Juan del Monte” en Las Vigas de Ramírez, Veracruz, donde identifica las áreas que quedaron intactas tras el incendio ocurrido en marzo pasado; y así, mediante el registro de excretas, capturar al cacomixtle para su estudio.
Indicó que el coyote es una especie que se expande más allá de su distribución a través de América; por lo tanto, el hecho de que un nuevo depredador o competidor llegue a una zona en específico tiende a modificar la estructura de las comunidades.
Por ello, la importancia de su estudio radica en analizar la capacidad de las especies de adaptarse rápidamente ante estos nuevos depredadores.
Esto implica que podría traer una disminución sobre las poblaciones no sólo de cacomixtles, sino de conejos, roedores y otros, lo cual a la larga podría impactar sobre las poblaciones.
Procedimiento de la investigación
Mariano Avendaño Díaz dio a conocer que a través de la colocación de radio-transmisores espera realizar la captura del cacomixtle para tomarle medidas morfométricas como peso y talla corporal, y así monitorear su ámbito hogareño, es decir, el área donde el individuo se mueve todos los días.
Después, por medio de un estudio experimental, colocará orina artificial del coyote hasta esperar que provoque el movimiento del mamífero hacia otras áreas.
Respecto a la orina, explicó que ésta es un producto químico sintetizado que se comercializa únicamente en el extranjero.
Pero aparte de eso, busca conocer cuáles serán las implicaciones, y es ahí donde inicia la otra parte del proyecto doctoral. Es decir, mediante análisis de química sanguínea ver si el hecho de dejar ciertas áreas repercute sobre su salud, particularmente sobre la cuantificación del estrés a través de glucocorticoides y de otros parámetros bioquímicos como la glucosa y creatinina, que dan un indicio de la calidad del individuo.
“Pensamos que si se mueven a otros sitios puede haber una repercusión sobre su alimentación, y esto es por el hecho de que buscan sitios con mayor refugio, pero que generalmente son de baja calidad alimenticia.”
La línea de investigación de Avendaño es la ecología y paisaje del miedo, para conocer cómo responden las presas (herbívoros o carnívoros) hacia sus depredadores. En México, puntualizó, son pocos los trabajos de cacomixtles, por lo que espera estudiar al menos 12 individuos, ya sea machos o hembras.
El alumno de posgrado recibe la beca que le proporciona el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), pero también espera obtener financiamiento de parte de alguna organización no gubernamental que emite convocatorias para estudiantes, para la compra de insumos. Cabe mencionar que los investigadores Christian Alejandro Delfín Alfonso y Jorge Morales Mávil son sus directores de tesis.
Añadió que la investigación deriva de su estudio de maestría que aterrizó en el Parque Nacional Cofre de Perote, Veracruz, donde analizó cuáles son las interacciones entre competidores, particularmente mamíferos carnívoros como coyote, gato montés, zorras, cacomixtles y zorrillos, especies que comparten un gremio alimenticio, pues por lo regular consumen carne, así como algunos frutos y semillas.
Mencionó que los datos obtenidos fueron sobre dos especies de zorrillos y el cacomixtle, que responden de forma diferente respecto a lapresencia del coyote y el gato montés.
El coyote puede traslaparse en su actividad temporal y espacial, es decir, se pueden encontrar en el mismo tiempo y espacio. “Pero con el gato montés vimos que existe una segregación espacial, pues tienden a evitar los sitios donde hay mayor actividad de este depredador”.
En cuanto a la actividad temporal, se pudo apreciar que evitan los horarios de mayor actividad del felino y, justamente cuando termina su actividad, los carnívoros pequeños empiezan a mantenerse más activos.
“Creemos que modulan su conducta para evitar ser depredados y quedar descubiertos ante otro depredador.”
Otro aspecto observado es que los zorrillos fácilmente repelen a los coyotes con su famoso mecanismo de lanzar líquido fétido a través de sus glándulas anales; mientras que el cacomixtle hace uso del estrato arbóreo y de trepar árboles, lo cual el depredador no puede hacer.
La conclusión reveló que los carnívoros menores están figurados dentro de la dieta del gato montés de acuerdo a estudios realizados en otros lugares, y que representa a uno de los depredadores más peligrosos porque se alimenta mayormente de carne de roedores y conejos. En casos extremos, podría trepar árboles para depredar al cacomixtle.
Por: Claudia Peralta Vázquez