¿Qué nos está pasando? Perdón por la expresión pero ¡qué mierdas somos! Pues no puedo concebir el número de videos subidos a las redes sociales de una joven mujer que deambulaba por el centro de la capital de Veracruz el pasado miércoles con uniforme de la Cruz Roja. Tal parece que la consigna era subir la publicación para ver cuántos likes alcanzaba, no importando exhibirla. Incluso, por el uniforme que portaba en twitter, le dieron el mote de “Lady Cruz Roja” y la burla continuó relacionándola con consumo de drogas, entre otros.

Desde luego que también hubo usuarios que expresaron su indignación, con un “¡no se burlen! Puede estar pasando una psicosis”; otros refirieron una enfermedad o trastorno mental y unos más expresaron que era necesario que la mujer recibiera ayuda inmediata.

Sin embargo, no hubo la inmediatez que la ocasión ameritaba, pues más de tres horas pasaron para que alguna autoridad brindara  apoyo y localizaran a sus familiares.

¿Acaso no hay protocolos de emergencia de parte del gobierno? Pues todo indica que no, a pesar de que la mujer bloqueó la vialidad principal donde se encuentra Palacio de Gobierno del Estado y el Palacio Municipal. Incluso a unas cuadras del Hospital Civil y la Cruz Roja.

Dicen que hay muchos videos… en realidad me bastó ver parte de uno para percibir que algo no andaba bien con ella. Incluso, después leía en un portal de noticia donde entrevistaron a una psicóloga, que ella había sufrido probablemente un brote psicótico temporal que es algo así como una ruptura de la realidad en forma temporal ocasionada posiblemente por estrés.

Pero ¿se imagina que con su vehículo hubiera ido contra los automovilistas o peatones que por allí transitaban? ¿O que hubiera sacado un arma y atentar contra la población o contra ella misma?

No se trata de ser amarillista o fatalista, se trata de que las autoridades respondan de manera inmediata y puedan manejar el conflicto. En este caso, atención médica, valoración psicológica y acompañamiento terapéutico, porque tengo entendido que el personal que salió horas después a persuadirla era de Política Regional, y bueno, aunque se agradece su intervención, pero ellos se especializan en resolver asuntos políticos y no de salud mental.

Tampoco hubo intervención en su calidad de género por parte del Instituto Veracruzano de las Mujeres, a pesar de que allí se tiene especialistas en manejo de crisis de mujeres que han sufrido violencia, maltrato o trata. Incluso, a unas cuadras, también está el Instituto Municipal de la Mujer de Xalapa que también tiene psicólogas especializadas.

Con respecto a la protección de sus derechos humanos, la Comisión Estatal subió en su página oficial de facebook una foto en donde se aprecia de lejos a reporteros y curiosos y escribió que personal de la Dirección de Atención a Víctimas y Grupos en Situación de  Vulnerabilidad estuvieron presentes para brindar atención y corroborar el respeto a sus derechos humanos. No hubo posteriormente más información. Pero, ojalá y pronto emitan una recomendación a las autoridades correspondientes por la falta de atención inmediata, a ver si así ya se implementa el protocolo respectivo.

Antes de finalizar, lo que aconteció en la capital el pasado miércoles indica una cosa. Si bien, cada vez existe una total indiferencia de los ciudadanos con lo que sucede a nuestro alrededor, podemos agregarle también el de nuestras autoridades, no importa de qué nivel sean, al final, se echarán la bolita entre ellas mismas.

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