MIENTRAS MEXICO y los Estados Unidos, han entrado en una crisis política, económica y comercial, derivada del supuesto problema de la migración centroamericana, donde nuestro país no tiene ninguna obligación de ceder a los caprichos de los vecinos del norte, principalmente de su gobierno encabezado por Donald Trump, los países que han generado este problema ni sudan ni se acongojan, ni tampoco se preocupan de lo que está pasando, aún cuando ya saben que han provocado el deterioro de una relación amistosa entre dos países vecinos, hasta llegar, incluso, a poner en riesgo el rompimiento de las relaciones ya establecidas. Dichos gobiernos, entre ellos Honduras, El Salvador, Venezuela, y otros más que se ubican al sur de la República Mexicana, no han movido un dedo para solucionar su problema, al no ser capaces de poder retener en su propio territorio a las miles de familias que han optado por dejar sus tierras, su pueblo, sus amistades y hasta sus propios ascendientes, ante la falta de responsabilidad social de sus respectivos gobiernos.

Basándose, solamente, en los derechos humanos que les corresponden y de los cuales México, es bastante respetuoso, se han internado caravanas de miles de personas procedentes de los países centroamericanos, un tanto por la aceptación de las propias autoridades de nuestro país y otro tanto, porque han usado la fuerza, sabiendo de antemano que México, no los abandonaría, dejando que pasen la frontera y se dirijan a su destino que son los Estados Unidos. México, ha contribuido, sí, pero con alimentarlos y protegerlos, como lo haría cualquier otro país que se jacte de ser humanista, pero de ninguna manera, alienta a los grupos migrantes a buscar entrar en los Estados Unidos pues entonces, sí tendría la responsabilidad que ahora le endilga el gobierno del país del norte.

Que se sepa, los países responsables de la crisis política y comercial entre México y los Estados Unidos, no se han convocado para una reunión urgente, ni muchos menos que estén trabajando con los organismos internacionales para resolver esta situación, lo que genera, todavía, una mayor incertidumbre respecto de su participación en la solución de los conflictos que ellos mismos han generado al no dar, como ya hemos señalado, condiciones de vida digna para los habitantes de sus respectivos países. Da la impresión de que están esperando que otros gobiernos resuelvan sus propios problemas, pues como estrategias pensadas antes de entrar en esta crisis entre los gobiernos vecinos, se habló, incluso, de inversiones regionales del continente a fin de establecer la posibilidad de crear empleos bien remunerados y detener, de esa manera, la migración que se ha concentrado en nuestro país y que de acuerdo con los más recientes reportes de la frontera sur, siguen pasando familias completas para internarse en México, como paso obligado hacia el destino que buscan.

Por lo pronto, se espera, durante el transcurso de este día, que las delegaciones México-Estados Unidos, encuentren una solución al problema de la aplicación de aranceles a todos los productos de nuestro país, a partir de este lunes venidero, pues esa ha sido la estrategia del Presidente Trump, para presionar a nuestro país a que tome medidas más duras en contra de la migración centroamericana, cerrando sus fronteras de manera definitiva, lo que parece ser imposible luego de carecer, incluso, de la infraestructura material y del personal humano para poder enfrentar esta situación que a estas fechas también se considera fuera de control por la invasión masiva de personas que han exigido al gobierno mexicano, que los deje pasar. No ha sido nada fácil para las autoridades mexicanas, cumplir con estas exigencias de los Estados Unidos, primero, porque no está obligado a cuidar las espaldas del país del norte y segundo, porque cualquier acción que se ponga en operación lleva consigo la posibilidad de que se violen derechos humanos, entrando, aquí, otra fase del problema en que también los organismos internacionales estarían sancionando al gobierno mexicano, independientemente, de la política de respeto hacia estos derechos de las personas de manera universal que México, siempre ha respetado.

Una guerra comercial, como la que se ha generado entre México y Estados Unidos, traerá como consecuencia inmediata que también se refleje en el aspecto económico de los dos países, por lo que no conviene a ninguno de los dos gobiernos, mantener esta postura, que todo indica ser un mero capricho del mandatario estadounidense y que muchos sectores de la población del país del norte, ya están rechazando, incluso, legisladores de su propio partido, han externado su contrariedad a esta disposición de castigar comercialmente a México, por un problema que no es precisamente de nuestro país, sino de otras naciones que no han puesto su grano de arena para poder solucionar este conflicto.

Por lo que se refiere a México, tanto el gobierno, como la población misma que fue convocada para demostrar al Presidente Trump, la unidad existente de los mexicanos, frente a todas estas agresiones, han rechazado permanentemente esta clase de política internacional y aunque no sirva de mucho ante los caprichos presidenciales de los Estados Unidos, es considerada una medida republicana, donde no importan las siglas partidistas, sino la decisión de un pueblo que esta acostumbrado a vivir en paz sin ofender a los demás, sin usar las amenazas, sino el diálogo, para resolver los conflictos que se presenten.

Por otra parte, no hay que perder de vista el problema comercial de Estados Unidos, con China, que también, de alguna manera, influye en esta exigencia presidencial del país del norte, queriendo, de alguna manera, amarrarse el dedo antes de la cortada, ante la posibilidad de que México, fortalezca sus relaciones comerciales con los orientales.

Mucho se ve y ha de verse en este conflicto que alcanza, de pronto, dimensión internacional por cualquier lado que se le quiera ver.

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ENTRA DE LLENO A SU TRABAJO y responsabilidad, el ex Senador de la República, y fuerte empresario de Veracruz, Ricardo Ahued Bardahuill, en su calidad de Director General de Aduanas, puesto que le fue conferido recientemente por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Como se sabe, Don Ricardo, es ampliamente conocido en la capital veracruzana, luego de que fuera uno de los mejores alcaldes que ha tenido este municipio, así como Diputado local, federal y Senador de la República, cargo al que tuvo que renunciar recientemente para aceptar la distinción presidencial que hoy ya desempeña.

Todavía, el más reciente fin de semana, fue visto en esta ciudad, donde atiende personalmente sus negocios, dejando las instrucciones a quienes hoy se hacen cargo durante la semana, entre ellos, su propio Hijo, que ya asume funciones empresariales para apoyar a su destacado padre.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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