La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) confirmó que los componentes involucrados en los controles de la aeronave en la que viajaban la exgobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, funcionaban bien hasta antes de su impacto.
De acuerdo con la investigación, la inspección a los dos motores Pratt & Whitney PW207C señala que los daños y rastros que presentan denotan haber estado en funcionamiento al momento del accidente.
No obstante, los componentes de memoria interna que podrían confirmar lo anterior resultaron dañados por el impacto y el fuego, por lo que no se pudo obtener datos de éstos.
La dependencia federal agregó que la inspección de los componentes involucrados en los controles de la aeronave, como son el rotor principal y de cola, transmisión y caja de 90 grados, indica que estos componentes no presentan evidencias de falla previa a la caída.
En tanto, del análisis de dos de las cuatro luces del master warning y master caution, se obtuvo que éstas estuvieron encendidas antes de impactarse, pero aún no se determina en qué momento del vuelo se iluminaron.
De igual manera, precisó que se efectuó una inspección por medio de tomografía computarizada a los cinco actuadores lineales en Chicago, Illinois, de cuya inspección no se detectaron daños internos.
Avance de la investigación del percance ocurrido al helicóptero marca Augusta A109S matrícula XA-BON el 24 de diciembre de 2018.
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— SCT México (@SCT_mx) 7 de junio de 2019
También se realizó el escaneo por medio de tomografía computarizada de los tres actuadores hidráulicos en Cascina Costa, Italia, y no se detectaron daños internos importantes ni residuos metálicos, y las fracturas y deformaciones identificadas se consideran compatibles con los daños ocasionados por el impacto.
La SCT recordó que la investigación por parte de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) del helicóptero marca Augusta A109S, que ocurrió el 24 de diciembre de 2018 en el poblado de Santa María Coronango, Puebla, ha contado con la participación de expertos en investigación de accidentes aéreos.
Entre esos especialistas se encuentran los de la Trasportation Safety Board (TSB) de Canadá, la Agenzia Nazionale per la Sicurezza del Volo (ANSV) de Italia, la National Transportation Safety Board (NTSB) de Estados Unidos, y la European Union Aviation Safety Agency (EASA) de Europa.
También se tiene la asesoría de las empresas fabricantes Leonard Helicopter Division (LHD) y Logic, en Italia; Patt & Whitney y Safran en Canadá, así como Honeywell Aerospace y Collins en Estados Unidos.
La dependencia indicó que las autoridades antes mencionadas solicitaron participar y estar presentes en cada una de las etapas del proceso, a fin de verificar el cumplimiento del Anexo 13 de la Organización de Aviación Civil Internacional, para dar transparencia a la investigación y detectar los factores causales que propiciaron el suceso.
En tanto, la DGAC sigue realizando la investigación para presentar el informe final, subrayó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.