RICOS Y PODEROSOS
Marco A. Mares
El dedo de Donald Trump sobre el gatillo arancelario contra México continúa siendo una amenaza.
México tiene un plazo fatal para resolver la creciente oleada migratoria centroamericana.
Si en los próximos 45 días no reduce el flujo de migrantes, México tendrá que negociar con Estados Unidos.
Tendría que negociar si acepta la calidad de tercer país seguro, como desea el gobierno trumpista, o si se convierte en primer país de asilo, como aceptaría, en última instancia, el gobierno lopezobradorista.
En el primer caso, ser el país seguro implica que quienes pidan asilo político en EU lo hagan desde México.
Y en el segundo caso, la respuesta sería compartida con otros países.
En el Congreso mexicano tendría que ser votado. Lo tendría que aprobar el Poder Legislativo. En caso de que no lo haga, el presidente estadounidense, ya lo ha dicho vía Twitter, aplicaría el arancel creciente de 5% a 25% a todas las exportaciones mexicanas.
El gobierno mexicano, a través del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, logró desactivar, casi en el último minuto, la bomba arancelaria de mecha corta que había encendido el presidente estadounidense.
Pero es apenas un respiro condicionado. La amenaza sigue vigente.
Trump, verdad a medias
Trump no miente cuando anunció vía Twitter que había firmado un documento sobre inmigración y seguridad muy importante que venían pidiendo desde hace muchos años a México. Y que sería revelado en un futuro no distante y tendrá que ser votado por el cuerpo legislativo de México.
En ese tema no mintió. Dijo la verdad. En lo que hasta ahora parece una mentira es en el sentido de que México se comprometió a comprar más productos agropecuarios a EU.
Al menos el secretario Ebrard desmiente y rechaza acuerdo alguno sobre el tema.
¿Victoria doble?
En EU tomaron el acuerdo alcanzado entre ambos países como un triunfo, por lo que dejó ver en las redes su presidente.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró el acuerdo entre Estados Unidos y nuestro país como una victoria.
En Estados Unidos, el presidente Donald Trump lo ha señalado como un avance importante, condicionado a su cumplimiento, y mantiene latente la amenaza arancelaria.
El vicepresidente Mike Pence implícitamente lo considera una victoria, pues dijo que Trump logró que México “hiciera cosas que nunca había hecho antes”.
En su recuento, Pence menciona, entre las acciones a que se obliga México: 6,000 elementos de la Guardia Nacional en su frontera sur, controles de migración en todo el país y permitir que todos los migrantes de América Central permanezcan en México en espera de sus solicitudes de asilo.
Ganamos tiempo
Ebrard ha sido mucho más moderado y cada vez que le preguntan responde que él no ha calificado el acuerdo como una victoria.
Simple y sencillamente “ganamos tiempo”, asevera el titular de la diplomacia mexicana.
Y es completamente cierto, México detuvo el severo revés que representa la aplicación de un arancel generalizado, pero sólo circunstancialmente.
El gobierno mexicano logró detener el implacable arancel y ganó tiempo para negociar una solución al fenómeno migratorio. El compromiso esencial es que México va a reducir el flujo de migrantes centroamericanos.
Que desplegará la Guardia Nacional y se aplicará en la constitución de una autoridad fronteriza que registre el ingreso de personas.
México tendrá que reducir drásticamente el flujo de migrantes centroamericanos y ello en sí mismo implica un reto muy importante.
Lo que también es cierto es que México aceptó de alguna suerte ser certificado por el gobierno de EU. Es ese país el que decide. No es un tercero. No es una institución multilateral.
Supersecretario
Por cuanto a México, Marcelo Ebrard, frente a la circunstancia, queda como un “supersecretario” que coordinará a otras secretarías, entre ellas a las de Gobernación, de Olga Sánchez Cordero, del Trabajo, Luisa María Alcalde, y Economía, Graciela Márquez Colín.
Tiene una enorme responsabilidad y se ve y escucha confiado en que el margen de tiempo que logró será un puente importante para encontrar una solución más integral.
Por lo pronto no observa un impacto económico para las finanzas públicas derivado del acuerdo migratorio y tiene esperanza en que podrá convencer al gobierno estadounidense de que el camino es un mayor desarrollo regional de México y Centroamérica.
Al tiempo.
ATISBOS
FIBRA.- Para enfrentar el reto de la tecnología 5G (lo que comúnmente se conoce como el Internet de las Cosas), América Móvil debe compartir con sus competidores su red de fibra, asevera el presidente de ATT en México, Laurent Therivel.
No es sólo una opinión, es una petición que está haciendo al Instituto Federal de Telecomunicaciones. El argumento es que a pesar de las medidas asimétricas aplicadas al preponderante éste mantiene su participación de mercado en 75 por ciento.
Por otra parte, le comento que el tema on net – off net se encuentra en análisis en la SCJN.
Advierten los competidores de América Móvil que de ganar este amparo Telcel podría establecer, nuevamente, precios discriminatorios, ya que podría cobrar distintos precios a los usuarios, si éstos llaman a usuarios de su red o si llaman a usuarios de otras compañías.
Veremos qué resuelve la Corte.
Marco A.Mares
Tomado de El Economista