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La Jornada / Fabiola Martínez

Al advertir una emergencia por los más de 144 mil migrantes que en mayo pudieron llegar a Estados Unidos, a través de nuestro país, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, reconoció la porosidad en la frontera sur.

“Esa es una cantidad que yo quiero decirles que no sé de dónde pasaron o por dónde pasaron 144 mil personas por nuestro país”, dijo en entrevista, al término de la ceremonia de inicio de los trabajos para el Programa Nacional de Derechos Humanos.

Indicó que el promedio que lograba llegar a Estados Unidos a través de nuestro país era de alrededor de 30 o 40 mil personas cada mes, pero en enero empezó a crecer y “en febrero más, marzo mucho más y ya llegó a 100 mil y mayo rebasó los 140 mil”.

Son cantidades enormes, agregó, por lo cual tenemos que tomar medidas emergentes.

Dijo que ante ello será aplicado un “modelo único mexicano” para “regularizar” el tránsito de personas en la frontera sur.

En tanto, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de Gobernación, Alejandro Encinas, dijo que el número de solicitantes de asilo que envía Estados Unidos para que esperen aquí respuesta a sus procesos podría llegar a 50 mil en los próximos meses.

Hasta esta semana, el Instituto Nacional de Migración (INM) contabilizó poco más de 11 mil recepciones de centroamericanos en esta condición, desde el inicio de esta medida unilateral de Estados Unidos, el 29 de enero pasado.

El subsecretario Encinas dijo que en las semanas recientes se ha incrementado a niveles sin precedente el número de solicitantes de refugio en México.

“Teníamos una estimación original de 40 mil solicitudes de refugio y con toda seguridad se incrementará de manera importante. (A mayo llevaban casi 30 mil), por lo que sin lugar a dudas podría ser del doble”, señaló.

En cuanto a los solicitantes de asilo a Estados Unidos no hay una cifra concreta, aunque – dijo Encinas- el vecino país ha registrado ingresos superiores a los 150 mil personas solo en el mes de mayo.

“Con ese cálculo estimamos que será muy grande el número de personas que regresarán a asentarse en la frontera norte. Calculo que en los próximos meses rebasaremos más de 50 mil personas”, agregó.

Aseguró que se están tomando medidas de carácter presupuestal para ampliar la capacidad del INM y atender las necesidades de los migrantes que actualmente están en el país.

En cuanto al “modelo especial mexicano”, la secretaria Sánchez Cordero explicó que es único para promover las visas de trabajo a los migrantes y se le dará atención a sus derechos humanos.

“Este modelo apuesta a la regulación, al Pacto de Marrakech para una migración regular, ordenada y segura”.Subrayó que el país aplicará medidas emergentes a partir del trabajo de un grupo gubernamental en el que el INM debe estar presente porque, advirtió, no se puede actuar sin los agentes del organismo.

“Esta situación de emergencia es una situación en donde algunos de los subsecretarios están dejando sus funciones primordiales como Horacio Duarte, Francisco Garduño, para atender esta emergencia de 45 días.

“De ninguna manera puede actuar el gobierno sin la presencia del Instituto Nacional de Migración”, señaló a pregunta expresa acerca de una posible exclusión de la Secretaría de Gobernación en la definición de dichas medidas emergentes.

Antes, durante la ceremonia hacia la construcción del programa nacional de Derechos Humanos, la secretaria subrayó que la actual “dolorosa crisis en derechos humanos” le fue heredada al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. No obstante, dijo, no se va a “maquillar la realidad por dura que esta sea”.

Advirtió que es impostergable ir al fondo en esta materia.

El subsecretario Encinas dijo que esta dependencia no renunciará a su responsabilidad de proteger a los migrantes.

A nivel general, pidió a las dependencias públicas “salgan de su zona de confort” para atender la emergencia en migración, personas desaparecidas, violencia de género, entre otros asuntos.