Niños menores de 15 años por Ley no pueden laborar; sin embargo, en el municipio de Agua Dulce hay casos en donde los adolescentes argumentan necesitar hacerlo por ayudar en su casa, mientras que la legislación impide que puedan ser contratados medio tiempo en algunos centros de trabajo.
De acuerdo con datos del sistema DIF Municipal y del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) de Agua Dulce, en el municipio hay varios casos de menores de edad que trabajan, ya sea ayudándole a sus padres a vender productos en la calle, como “cerillitos” y en otras actividades.
Sobre los “cerillitos”, SIPINNA regula los expedientes de los menores que desean trabajar, pues les ayudan a conseguir un documento en Coatzacoalcos con el que pueden ser aceptados por los supermercados de la localidad y realizar su actividad dentro del marco de la Ley.
Pero a excepción de esa labor, el resto de las actividades enfocadas en obtener ingresos por parte de los menores de edad no están contempladas por la Ley y, de hecho, prácticamente se les prohíbe trabajar, aun cuando los niños argumentan tener la necesidad.
Es el caso de un jovencito de 14 años de edad, a punto de cumplir 15, quien vive en la colonia Nueva del Río, no cuenta con edad suficiente para ser contratado medio tiempo en algún comercio formal de la ciudad.
El muchacho se ve desesperado por obtener trabajo, pero la legislación no lo permite, así que ha optado por pararse afuera de los Oxxo’s a pedir dinero a cambio de abrir la puerta o cargar bolsas, al menos por unas semanas más hasta que cumpla los 15 años, edad con la que ya puede ser contratado por media jornada.
Hay otros menores que también se ganan la vida en Agua Dulce vendiendo frituras que sus familias hacen u otros alimentos como tamales o pozol, además de que tirar basura también se ha convertido en una forma de recibir ingresos.
“La Ley contempla que los niños menores de 15 años no trabajen, deben ir a la escuela, sin embargo, entendemos que la situación es complicada y que muchos necesitan del ingreso”, opinó al respecto Antonio Rueda, quien coordina el SIPINNA en esta localidad.
Por otra parte, también hay casos de menores que no asisten a la escuela ni trabajan, sino que se la pasan en la calle, ya sea solos o acompañando a sus padres en sus quehaceres, como es el caso de la familia que viene desde “El Búfalo”.
La madre, una mujer de ojos verdes y aspecto descuidado, camina todo el día con el padre de los menores y llevan consigo al menos cinco niños de diversas edades, los cuales recorren las calles jalando la ropa de las personas para pedirles una moneda.
En estos casos, las leyes también preponderan la permanencia de los menores con la familia, a pesar de estas condiciones, por lo que no pueden ser separados de sus padres a pesar de que realicen trabajos informales.
De esta forma se desenvuelve el trabajo infantil en Agua Dulce, una situación que es real en la ciudad, pero que poco se visualiza ya que los menores —en su mayoría— deben optar por trabajos informales, sin prestaciones ni mayores garantías, para generar un ingreso ante la imposibilidad de ser contratados formalmente por sus empleadores debido a la rigurosidad de las leyes.