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La Jornada

Este jueves 20 de junio se cumplen 20 años desde que, allá por el año 1999 se creó la tecnología de conectividad inalámbrica WiFi y del establecimiento de la WiFI Alliance. Desde el nacimiento de la tecnología hasta el desarrollo de su último estándar, WiFi 6, este sistema lo utilizan actualmente 30.000 millones de dispositivos en todo el mundo.

Con motivo de esta efeméride, este 20 de junio se celebra también el Día Mundial del WiFi, una jornada convocada por la Wireless Broadband Alliance, con el objetivo de «ayudar a instalar redes WiFi que conectarán a comunidades no conectadas en todo el mundo», como explica la asociación.

El estándar WiFi es gestionado actualmente por la WiFi Alliance, una organización con sede en Houston (Estados Unidos) que es la encargada del desarrollo de los nuevos estándares y de la concesión de las certificaciones de productos.

WLAN Y WIFI WLAN y WiFi son siglas distintas que se refieren a una misma tecnología, como ha explicado la compañía alemana devolo, proveedora de soluciones para redes domésticas, con motivo del 20 aniversario de la tecnología.

Las redes sin cables que utilizan dispositivos desde ‘smartphones’ hasta ordenadores y consolas se conocen como WLAN (red de área local inalámbrica, por sus siglas en inglés), aunque internacionalmente se les suele llamar WiFi o Wi-Fi, una marca registrada introducida por la Wi-Fi Alliance.

Sin embargo, estos términos no significan exactamente lo mismo. WLAN se usa para describir redes inalámbricas en general, mientras que WiFi se refiere específicamente a una red sin cables formada por componentes basados en los estándares 802.11 definidos por el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE, por sus siglas en inglés).

En 1999, la norma IEEE 802.11a, la primera del estándar WiFi, sentó las bases de su futura estandarización. La certificación para los dispositivos garantizó la compatibilidad entre equipos de fabricantes diferentes y posibilitó tasas de datos más elevadas.

Hitos de la historia del WiFi

En los últimos 20 años, el WiFi se ha convertido en un elemento cotidiano en la vida diaria de las personas. En 2004 tuvo lugar uno de los primeros hitos de este sistema, cuando se usó por primera vez una red WiFi certificada en un avión comercial.

En 2009, cuando se cumplían diez años después del lanzamiento de WiFi, había ya 1.000 millones de dispositivos con esta certificación en el mercado. El número de puntos de acceso WiFi públicos superó la cifra del millón en 2011, y solo dos años después, esa cantidad sobrepasaba los cinco millones.

A día de hoy, en 2019, el año del vigésimo aniversario del estándar, existen más de 30.000 millones de equipos con certificación WiFi en el mercado.

Los distintos estandáres del WiFi

A la norma 802.11a le sucedieron los estándares 802.11b (WiFi 2), 802.11g (WiFi 3) y 802.11n (WiFi 4). Se trata de actualizaciones con velocidades de transmisión cada vez más elevadas. De los 11 megabits por segundo (Mbps) de WiFi 2 se pasó hasta transmisiones de hasta 600 Mbps de WiFi 4.

El desarrollo estandarizado, además, posibilita la compatibilidad entre las diferentes normas. Como resultado de esto, los sistemas pueden usarse sin que la nuevas versiones supongan un problema para el usuario, evitando dificultades de instalación y problemas de comunicación.

En la actualidad, el estándar WiFi más extendido es 802.11ac, también conocido WiFi 5, la versión que ha introducido la era del gigabit por segundo (Gbps), cuya velocidad de transmisión puede alcanzar teóricamente los 6,9 Gbps.

Este aumento es posible gracias a un mayor ancho de banda en los canales de transmisión (hasta 160 MHz) y hasta ocho antenas que pueden responder al mismo tiempo.

El Futuro WIFI 6

La siguiente fase de la evolución de WiFi es 802.11ax, conocido como Wi-Fi 6. Este estándar fue anunciado en enero de este año y está llegando a los primeros dispositivos en este 2019.

El estándar, que utiliza las bandas de frecuencia de 2,4 y 5 GHz, reduce los tiempos de latencia mediante el uso del método de modulación digital OFDMA (o traducido del inglés, acceso múltiple por división de frecuencias ortogonales).

WiFi 6 permite también enviar y recibir más datos al mismo tiempo, una mejora que, sumada a las anteriores, hace que las transferencias de datos teóricas se queden muy cerca de los 10 Gbps. Finalmente, el estándar Wi-Fi 6 ofrece un aumento de eficacia en entornos en los que haya numerosos dispositivos conectados a la red inalámbrica.