El encuentro tendrá lugar en Belice, del 26 al 28 de junio.
Monserrat Araceli Gómez Torres y Mariana González Solórzano compartirán su conocimiento con expertos internacionales.
Sus investigaciones de posgrado se enfocan en el comportamiento de los reptiles.
Mariana González y Monserrat Araceli Gómez.
Monserrat Araceli Gómez Torres y Mariana González Solórzano, alumnas de cuarto semestre de la Maestría en Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV), participarán del 26 al 28 de junio en la Reunión Regional del Grupo de Especialistas de Cocodrilos (CSG, por sus siglas en inglés), a celebrarse en Belice.
La importancia de este encuentro radica en la creación de una red de colaboración que contribuya al fortalecimiento de investigaciones, de la conservación y manejo de los cocodrilianos en América Central y el Caribe.
Para las investigadoras, su participación representa la oportunidad de compartir sus conocimientos y contribuir junto con expertos internacionales en el tema de los cocodrilos, pues sus proyectos de tesis de maestría están orientados al conocimiento de la conducta de los reptiles semiacuáticos.
Cabe mencionar que las universitarias, quienes se conocieron en una Unidad de Manejo Ambiental de cocodrilos, desarrollaron estudios de monitoreo en la Laguna de las Ilusiones, situada en Villahermosa, Tabasco, dirigidas por Marco Antonio López Luna, uno de sus directores de tesis de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT).
Precisaron que en México habitan tres especies de cocodrilos: crocodylus moreletii o de pantano, en los estados de Tamaulipas, Tabasco y hasta Guatemala; crocodylus acutus o de río, en la zona del Pacífico, y el caimán o cocodrilo de anteojos, en Chiapas.
Sin embargo, la primera estuvo en peligro de extinción en los años setenta, pero hoy en día su población se ha regulado y está listada en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-Semarnat-2010, bajo la categoría de especie sujeta a protección especial.
El interés por su estudio, específicamente de la especie moreletii, surgió ante la falta de investigaciones relacionadas con la conducta de depredadores de las crías de cocodrilos y en la selección de presas, lo cual podría coadyuvar en la regulación de dichas poblaciones.
En el marco de la CSG, Monserrat Araceli expondrá los avances de su tema “Uso de pistas visuales y olfativas para detectar crías de cocodrilo de pantano”.
La alumna de posgrado explicó que la investigación se centra en indagar cómo los depredadores detectan a la cría de cocodrilo por pistas visuales u olfativas, y de esta forma conocer dónde se encuentra la mayor tasa de depredación.
Monserrat Araceli empleó modelos artificiales a base de plastilina con la forma de la cría del cocodrilo. Para el caso de la olfacción elaboró una mezcla de las excretas que impregnó y colocó en diversos puntos.
En el sitio del monitoreo se registró la presencia e incidencia de crías, posteriormente se hizo una selección de los nidos y con la ayuda de cámaras trampa detectó los diferentes tipos de depredadores, entre ellos: garzas, tlacuaches, perros domésticos, esto debido a que se trata de una laguna urbana.
Monitoreo y manejo de cocodrilos en la Laguna de las Ilusiones, en Villahermosa, Tabasco
“Se determinó que la depredación surge mayormente en la tierra por la razón de que pasan más tiempo en el agua; por olfacción se presenta más en tierra y la visual en agua.”
La joven egresada de la carrera de Ingeniería en Biotecnología y originaria del estado de Tabasco, expuso que la evaluación de los sentidos que emplean los depredadores podría en un futuro ayudar a mantener reguladas las poblaciones.
Otro aspecto a considerar de este estudio son las acciones realizadas por la población en cuanto a la tala de árboles y quema de pastizales, lo cual impide a las crías tener un lugar donde resguardarse y a las hembras madre donde nidificar.
Por su parte, Mariana González Solórzano expondrá la investigación “Estímulos visuales y olfativos en la selección de presas en la cría de cocodrilo de pantano”. Dijo que los cocodrilos son depredadores pues consumen una gran cantidad de especies, y también se les considera consumidores generalistas porque ingieren cualquier cosa.
Subrayó que con este trabajo intenta demostrar que, a pesar de ser consumidores generalistas, debe existir algún sistema que los ayude a discriminar entre una presa y otra por medio de los sentidos, el olfato y la visión.
En un arduo y nocturno trabajo, en la Laguna de las Ilusiones capturó crías de cocodrilo para obtener el contenido estomacal y así identificar las presas que más consumían. Al mismo tiempo, colocó trampas en su hábitat para ver qué otras presas había disponibles y que no consumían.
En cuanto al estudio de los estímulos visuales, elaboró modelos de plastilina de las presas, y para el olfato hizo una extracción de olores.
De esta manera logró determinar que las presas preferenciales y potenciales son del orden de insectos coleópteros y ortóptero como los escarabajos y grillos, respectivamente.
Mientras que para las conductas disparadas por los sentidos, trabajó con la cuestión de la dieta.
“Me gusta estar en contacto con los cocodrilos, aunque son peligrosos veo que son animales incomprendidos cuando tienen una función primordial en el ecosistema al ser depredadores tope, lo cual significa que regulan las poblaciones de los demás animales que cohabitan con ellos, crean pasos de agua en los ríos y lagos donde habitan, y forman microhábitats.”
Al término dijeron que la manipulación de cocodrilos es un trabajo en equipo y deben portar la vestimenta adecuada y herramienta necesaria.
Mariana estudia los estímulos visuales y olfativos en la selección de presas de crías de cocodrilo.
Por Claudia Peralta Vázquez.