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Redacción - XEU Noticias

El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García recordó sus inicios en el partido Morena, a través de un posteo que realizó en su cuenta de Facebook.

En el escrito, que destaca escribió en 2013, destaca momentos como cuando estuvo por primera vez frente al presidente Andrés Manuel López Obrador, a continuación el texto íntegro:

No fue fácil, ha sido un largo camino de lucha. Pongo aquí dos fotografías de los inicios del movimiento de regeneración nacional en el 2013 y un relato que escribí por aquellas fechas.

*De ti y de mi extraño y fortuito encuentro con Andrés Manuel López Obrador.*

El día lluvioso finalmente impidió realizar la reunión informativa programada en la plaza central de Perote, hubo que improvisar trasladando todo a una sede techada. Varios nos ofrecimos a auxiliar a los organizadores. Finalmente conseguimos el lugar, me tocó avisar a los compañeros que la sede alterna estaba lista y que ya empezaban incluso a llegar algunos simpatizantes del movimiento.

Salía a la puerta del salón improvisado para llamarles, justo cuando iba llegando Andrés Manuel López Obrador. Bajando de la camioneta blanca, adelantándose al equipo de cinco personas que lo acompañaban, se apresuró a la puerta y me lo topé de frente. Guardé rápidamente el aparato celular y ya no llamé. Aún atónito y sorprendido de tener frente a mí al líder opositor más destacado de nuestro tiempo, le extendí de inmediato la mano. Me dirigí a él sin presentarme, – Bienvenido licenciado, disculpe estamos improvisando por la lluvia -. Asintió con una sonrisa (ya enterado de la situación). – Si me lo permite, hay ya algunos miembros de los comités que hoy tomarán protesta que quisiera presentarle -, fue lo que alcancé a decir al también presidente del consejo político nacional del morena, al percatarme que la comitiva de recepción se había estancado allá en la plaza central del municipio donde jóvenes militantes hacían de todo para avisar sobre los cambios de última hora.

Con la sencillez de un líder nato, el dirigente nacional del movimiento de regeneración nacional, se dejó acompañar hasta la parte central del salón y sin dudarlo aceptó la invitación de caminar entre la gente; sin vallas, sin guaruras, sin tropel de aduladores de traje, sin teatros preestablecidos con un simulado «pueblo», sin cámaras televisivas, sin nada más que el compartir sonrisas y abrazos de más de una veintena de recién llegados simpatizantes, gente sencilla y valiente, a quienes la sonrisa y sorpresa les habían quitado las palabras de la boca. Felices todos de poder saludar de mano y sin prisas a uno de los dirigentes de la izquierda mexicana de incansable lucha democrática y pacífica de este país. Estaban ahí los representantes de los comités municipales del morena de Teocelo, compañeros de lucha de siempre; también los campesinos luchadores por la defensa de las reservas ecológicas de Ayahualulco, Don Ernesto y Don Raymundo; y otros tantos que se habían ya trasladado al recinto. Un señor entrado en edad, notablemente conmovido, alcanzó a decirle a Andrés Manuel: – Licenciado, hace mucho tiempo que quería tener esta oportunidad para decirle… -, el ánimo y la garganta entre nudos no lo dejaron hilar más -¡ya ni sé qué decirle! – y se le tendió en un abrazo de esperanzas, fraterno, de lucha, de firmeza y agradecimiento.

Las sonrisas eran de todos y la búsqueda de dejar testimonio digital (sí, esas fotografías de celular y cámaras de hoy) no se hicieron esperar, fotos aquí y allá. En unos minutos más se rodeó de más de un centenar de personas que no daban crédito de la oportunidad y el momento. El salón se empezaba a llenar, el ánimo en su cúspide, era momento de iniciar el mitin. Andrés Manuel, sugirió – creo que ya podemos empezar-, y se dirigió al estrado donde la presidenta estatal del morena lo esperaba.

Cuando él subía al estrado saludando a los demás delegados de morena, ya no me quise explicar por qué una gota bajaba sobre mi mejilla; quizá mi pelo mojado la había dejado caer ahí, o era el sentir de un momento conmovedor en esta larga lucha por lo que uno cree; o quizá el extrañarte tanto a ti… lo que sí estoy seguro es que era un reclamo del corazón y por eso mi mano se apresuró a quitar las demás gotitas que ya inundaban mis ojos.

*Escrito en agosto del 2013, durante el proceso de conformación de morena.

Fuente y foto: Facebook/doh