Saúl Domínguez García, estudiante del Doctorado en Ciencias en Ingeniería Química de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), realizó una estancia de investigación en el Laboratorio de Tribología de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME) de la Universidad Veracruzana (UV).
Durante las dos últimas semanas de junio y la primera de julio, además de compartir sus conocimientos con alumnos de esta Facultad, el ingeniero químico llevó a cabo ensayos y experimentos para medir y aplicar algunos parámetros de sistemas lubricados orientados a la creación de un modelo matemático que permita predecir y generalizar el fenómeno de desgaste en motores de combustión interna.
Al agradecer el apoyo de la UV, así como del coordinador del Laboratorio de Tribología, Andrés López Velázquez, por brindarle las facilidades para realizar esta estancia, dio a conocer que esta oportunidad surgió el año pasado cuando ambos se conocieron dentro de un simposio nacional de tribología y acordaron colaborar de esta manera para el desarrollo de proyectos.
Expuso que con su estudio intitulado “El modelo cinético de las reacciones que ocurren en un sistema de lubricación de motores de combustión interna”, pretende en un futuro manipular las condiciones para mejorar su eficiencia, a partir del análisis de ciertas variables.
Explicó que cada carga de lubricante en un automóvil tiene un periodo de vida útil pues conforme pasa el tiempo la capacidad del aceite de formar una capa protectora se pierde, y por el efecto de fricción se desprende.
“El aceite se va degradando debido a reacciones químicas adversas que deterioran las sustancias y mezcla de lubricantes.”
En la actualidad dependemos de los sistemas de combustión interna, y por el efecto de fricción en el mecanismo del motor se pierde cierta energía necesaria para el funcionamiento de la máquina; por tanto, se intenta recuperar ese porcentaje que se pierde por fricción.
“Pensamos que, si se recupera el 10 por ciento de toda la energía generada en la cámara de combustión que se pierde por fricción, estaríamos doblando la eficiencia de una máquina.”
Lo anterior significa que, si se consume la mitad de combustible, el beneficio se verá reflejado en el ahorro económico y en la protección al medio ambiente.
“Es una forma de abatir todos los problemas energéticos, mucho se habla de cambio de combustible, fuentes de energía y autos de combustión interna por eléctricos.”
Alumnos de la FIME también se vieron favorecidos con esta estancia
Sin embargo, recuperar la energía perdida por la fricción puede resultar muy interesante y aplicable en comparación con la implementación de otras tecnologías de energías renovables, señaló.
En las instalaciones del Laboratorio de Tribología, Saúl Domínguez utilizó equipos y máquinas para realizar pruebas de resistencia de un sistema lubricado; también hizo algunos ensayos tribológicos para obtener información técnica y así modelar el fenómeno de desgaste, y para saber cómo ocurre la pérdida de fricción y deterioro del material.
“Queremos relacionar la eficiencia de la máquina con el desgaste, con la fricción y con todo lo que ocurre en el sistema de lubricación.”
Por su parte, el académico Andrés López resaltó los beneficios de esta vinculación y colaboración que también favorece a los estudiantes que realizan el servicio social en el Laboratorio de Tribología, pues formaron parte de sesiones científicas impartidas por Saúl Domínguez.
Mencionó que la gran mayoría de los investigadores dentro de la red de tribología se enfoca en el área de ingeniería de superficies, son pocos quienes se dedican a la tribología, y de éstos un mínimo se centra en el estudio de la lubricación.
En el laboratorio que coordina se han dedicado a la parte experimental de los ensayos tribológicos, gracias al apoyo de los jóvenes que han construido los equipos con los que se cuenta, donde realizan ensayos acelerados de fricción, desgaste y lubricación.
“Esto ha dado la oportunidad de involucrarse en cuestiones de investigación en el ámbito tribológico en el área de la lubricación, nosotros lo hemos hecho de forma experimental, pero Saúl desde el ámbito algebraico y matemático.”
Respecto al trabajo de su colega, manifestó que la gran mayoría de los lubricantes que están en el mercado son de origen vegetal y se obtienen del petróleo; por ello, cuando se utiliza un lubricante en un motor de combustión interna, conforme se utiliza se degrada, contamina y pierde propiedades.
“Desde el ámbito experimental y de la modelación matemática queremos determinar cuál es el momento en el que ese aceite debe retirarse de la máquina, pues lo importante es postergarlo y que permanezca el mayor tiempo dentro del motor y se evite daño al ambiente.”
Al hablar de los beneficios que les aporta esta estancia, Aldo Santamaría Olivares, quien cursa el octavo semestre de Ingeniería Mecánica, subrayó que amplía su área de conocimiento y perspectiva acerca de la carrera, ya que pudo darse cuenta que su profesión también puede relacionarse con la química y otros campos de estudio.
Miguel Antonio Cuevas Ruiz, del mismo programa educativo, expresó que es favorecedor conocer personas que estudian en otras instituciones del país, “es una oportunidad para crecer, conocer más temas de interés y ampliar el margen de conocimiento”.
Lía Sinaí García Díaz, alumna de octavo semestre de la carrera de Ingeniería Eléctrica, quien junto con sus compañeros realiza el servicio social en el Laboratorio de Tribología, destacó que la estancia de Saúl Domínguez le permitió aprender otros aspectos relacionados con la mecánica que no sabía.
Por: Claudia Peralta Vázquez
