El pasado 12 de julio se celebró como cada año desde 1960 el día del abogado, conmemoración que surge por decreto del entonces presidente Adolfo López Mateos, a iniciativa del periódico “Diario de México”, se eligió esta fecha por relacionarse con dos acontecimientos importantes: el 12 de julio de 1539 se impartió la primera catedra de derecho en América Latina, teniendo como sede la Nueva España, mientras que en el año de 1553, el doctor en derecho don Bartolomé Frías y Albornoz leyó la prima de leyes.
Esta conmemoración es para quienes tenemos el orgullo de ejercer la abogacía, una oportunidad de renovar nuestro compromiso con la justicia y la legalidad, pero también con la preparación y la actualización, pues las circunstancias actuales nos obligan a ejercer con mayor competitividad y valor nuestra profesión, por ello tenemos el reto de actualizarnos y organizarnos,
Con el propósito de hacer frente a este reto, en el marco del día del abogado los integrantes del Colegio de Doctores en Derecho del Estado de Veracruz, entregamos a la mesa directiva del Congreso del Estado los lineamientos para la elaboración del proyecto de ley para la colegiación de los abogados del estado, con la finalidad de establecer un marco normativo que nos permita organizarnos, actualizarnos y certificarnos, bajo la premisa de que tener abogados actualizados y mejor preparados nos permitirá vivir en una sociedad más justa y equitativa.
Quienes integramos este colegio estamos convencidos de que el rol del abogado en la sociedad es trabajar con valor, honestidad y congruencia en defensa de la justicia, la libertad y el respeto al estado de derecho, papel que debemos cumplir con vocación de servicio y humildad, pero también con mucha responsabilidad, prestando más y mejores servicios profesionales, para lograrlo es necesario un ejercicio de la abogacía reglado, ordenado y éticamente controlado, por ello consideramos que el tema de la colegiación de los abogados debe ser tratado con urgencia por parte de nuestros legisladores locales.
Desde nuestra trinchera continuaremos trabajando con integridad, congruencia y con plena conciencia de la importancia de nuestra labor, pues el orgullo de ser abogados debe comprometernos a cumplir con nuestra misión de ser instrumentos para alcanzar la justicia y salvaguardar el respeto al orden jurídico, defendiendo la ley con pasión y con convicción.