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Universidad Veracruzana

A largo plazo se pretende mejorar la calidad de dueños de parcelas acreedores a programas federales
Contempla el involucramiento de investigadores y alumnos del IIJ, así como la vinculación con la Universidad Autónoma de Colombia.

Yesenia del Carmen Cruz Trejo, investigadora del IIJ-UV.

Claudia Peralta Vázquez.

En beneficio de pequeños ejidatarios veracruzanos, investigadores y alumnos del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) y de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana (UV) colaboran en un proyecto de financiación en materia agraria para propiciar un mejor desarrollo de los integrantes de este sector y de sus familias, a partir de la comercialización de sus productos y en aras de lograr una vida sustentable y autónoma a futuro.

Se trata de una estrategia que a largo plazo pretende aportar resultados efectivos con el respaldo de estudiantes de licenciatura y posgrados de diversos programas educativos (PE), investigadores, docentes, sector público y la estrecha vinculación con la Universidad Autónoma de Colombia, con sede en la ciudad de Bogotá.

Yesenia del Carmen Cruz Trejo, investigadora del IIJ, dio a conocer que esta iniciativa surgió en marzo de 2018, como parte de una idea familiar que posteriormente se trasladó al ámbito académico y en breve se espera aterrizarlo en campo.

La especialista en gestión tributaria destacó que la financiación es una parte elemental cuando se habla de desarrollo en materia agraria y en programas específicos aprobados por las nuevas políticas públicas.

“Considero que no es suficiente hablar de temas relativos a los impuestos, pagos o ley del IVA.”

Dijo que la finalidad altruista del proyecto es que más adelante logre consolidarse como una gestoría que brinde apoyo, orientación y consulta a los titulares de ejidos que se hagan acreedores a programas federales.

Uno de ellos, por ejemplo, es el de Sembrando Vida, cuya finalidad es que no sólo se planten árboles para cumplir con metas internacionales por cambio climático, sino que se generen empleos, se transmitan los conocimientos en materia de cultivo de abuelos a nietos o padres a hijos, y de esta forma obtengan beneficios que se traduzcan en una mejor calidad de vida.

En este caso, el respaldo directo es hacia los ejidatarios que cuentan con espacios no mayores a las dos hectáreas y que pueden gozar de beneficios por medio de la financiación otorgada por cada ejercicio fiscal.

Explicó que se contempla orientarlos y darles otras visiones que les ayuden a tomar las mejores decisiones sobre la aplicación de recursos con base en sus actividades diarias y cultivo de productos propios de la región, a través del diálogo y el establecimiento de puntos de acuerdo.

“Como gestores queremos coadyuvar sin ánimo de lucro en esos procesos y apoyos que el gobierno les brinda.”

Reconoció que al momento la estrategia se encuentra en desarrollo académico, por lo que el trabajo en campo ha sido limitado pues sólo se ha logrado llegar a un pequeño núcleo poblacional de la cuenca del Papaloapan, entre Tierra Blanca y Tres Valles.

De esta manera se incide gradualmente en esta región, en el afán de vincular la participación de la sociedad con la política agraria nacional que circula actualmente en la entidad veracruzana.

En los municipios de Coatepec y Misantla también se busca hacer lo propio a efecto de establecer el proyecto de forma pragmática y no quede únicamente en teoría.

Cruz Trejo, quien también es docente en la Facultad de Derecho de la UV, comentó que como resultado de una estancia en la Universidad Autónoma de Colombia, constató los avances que en esta materia realizan allá pero enfocado más hacia la práctica.

“Ellos van a los municipios y establecen correlación con los ejidatarios acerca de los productos que les convienen, sin tener que dañar al medio ambiente.”

Por lo anterior, se ha establecido un intercambio de experiencias donde se refuerce la interacción entre ambos proyectos, tanto de México como de Colombia.

Al momento, el programa se encuentra en esta fase de avance, que también incluye la participación de alumnos, investigadores y académicos; es decir, se espera que los universitarios realicen prácticas, servicio social, tesis y se vinculen con la investigación.

“El proyecto cubre el ámbito académico para fortalecer también los objetivos institucionales de la Facultad de Derecho, del IIJ y de la Universidad.”

Debido a que es un trabajo a largo plazo, confió en que los resultados se obtengan de forma paulatina y la UV impacte de forma positiva en la sociedad.

Subrayó que se trata de una labor ambiciosa que no puede abordarse únicamente en una publicación de un libro o revista, sino que va hacia un comportamiento de financiación donde se involucran aspectos de cambio climático.

“Es un proyecto innovador que siempre requerirá de renovación y actualización constante, pues vamos de la mano con el compromiso ambiental.”

Karen Itzel Hernández González, alumna de cuarto semestre de la Facultad de Derecho, realiza sus prácticas escolares centradas en este proyecto desde hace poco tiempo y comentó: “Quiero aprovechar el tiempo que esté en el IIJ, pienso que es una oportunidad porque me agradan este tipo de ideas que pueden llevarse a cabo en beneficio de la sociedad y, de forma personal, espero ser muy útil”.