El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, corre el riesgo de ser torturado si es extraditado a Estados Unidos, donde es acusado por la filtración de miles de documentos clasificados como secretos, advirtió el relator especial de las Naciones Unidas sobre tortura, Niels Melzer.
Melzer transmitió tal preocupación en cartas enviadas en mayo pasado, pero hechas públicas ahora en medios internacionales, a los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido, Ecuador y Suecia, tras visitar a Assange en la prisión de Belmarsh en Londres con dos médicos.
“En consideración al fuerte prejuicio público contra el señor Assange en Estados Unidos, hay serias razones para dudar de que reciba un proceso justo e imparcial, respetuoso de los derechos humanos”, señaló en las misivas.
Tras la visita en la cárcel, Melzer apuntó en su informe que “si el señor Assange tuviera que ser extraditado a Estados Unidos, estaría expuesto a un riesgo real de tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes”.
En mayo pasado, el relator de las Naciones Unidas denunció que el fundador de WikiLeaks mostró “todos los signos típicos de la exposición prolongada a la tortura psicológica” y que sin acceso a un psiquiatra, su salud mental podría seguir deteriorándose.
En sus cartas, Melzer también señaló que el periodista australiano se encuentra en una celda de dos por tres metros donde pasa encerrado unas 20 horas al día, pasando únicamente de 30 a 60 minutos en el patio, mientras el resto del tiempo (tres-cuatro horas) se le permite interactuar con otros reclusos.
Agregó que Assange también carece de acceso a la biblioteca y al gimnasio de la prisión, así como a una computadora, lo que impide prepararse adecuadamente para los procesos judiciales que están pendientes contra él.
Assange, de 47 años, fue arrestado el pasado 11 de abril cuando las autoridades de Ecuador le retiraron el asilo diplomático en su embajada de Londres, donde se refugiaba desde junio 2012 para evitar ser extraditado a Suecia.
El pasado 1 de mayo, una corte de Londres sentenció a Assange a 50 semanas de cárcel por violar los términos de su libertad bajo fianza y en junio el gobierno británico autorizó su extradición a Estados Unidos, aunque la decisión corresponde a la magistratura londinense.
De ser enviado a ese país, podría ser sentenciado a 175 años de prisión por divulgar miles de archivos secretos de la diplomacia y del Ejército de Estados Unidos en su portal.
Según la denuncia de Estados Unidos, Assange habría participado en actividades informáticas en complicidad con la exagente de inteligencia del Ejército estadounidense, Chelsea Manning, quien suministró a WikiLeaks miles de documentos clasificados, entre ellos datos sobre las guerras en Afganistán e Irak.