Agustín Basilio de la Vega
El actual gobierno federal ha implementado políticas de distribución de dinero a la población en general que más parecen dádivas que apoyos subsidiarios. ¿Cuánto tiempo podrá el gobierno sostener el paso? ¿Contará con recursos para repartir ayudas discrecionalmente todo el sexenio? El presidente López está convencido que el desarrollo de México se logrará por esta vía y que es la mejor manera de distribuir la riqueza para que el país se vuela una potencia económica.
Parece que ya no le interesa ni el crecimiento del Producto Interno Bruto que mide la SHyCP o el Fondo Monetario Internacional y que tampoco son útiles los datos que arrojan la medición de la pobreza por parte del CONEVAL. Su visión es diferente pues “sus datos” le indican que México “va muy bien” con su estrategia. De hecho anunció que publicará su libro “La economía Moral” el 1º de diciembre de 2019.
Los cambios fundamentales son: La cancelación del NAIM, de los contratos de energía, la implementación de una política de austeridad que implica despidos, reducción de sueldos y prestaciones así como fuertes recortes a universidades, áreas de investigación o de ciencia y tecnología. A cambio de lo anterior, se reparte dinero a estudiantes, desempleados, campesinos, amas de casa, etc.
El resultado es que la economía no crecerá al 4% prometido y al parecer no llegará ni al 1% en este 2019. Como se dijo esto en líneas superiores, eso ya no le importa al presidente pues “sus datos” le indican que “hay más desarrollo y bien estar en México”. ¿Será posible que sin el aumento de bienes y servicios en este año 2019 (eso es el producto interno Bruto) se pueda indefinidamente repartir los impuestos entre la población?
La respuesta se vislumbra negativa pues si no hay crecimiento, es decir un incremento general de la producción de bienes y servicios y un aumento de establecimientos empresariales y comerciales que generen empleos no puede incrementarse la renta nacional y por lo tanto la obtención de más impuestos será imposible. Para sostener las becas y ayudas generalizadas se necesita construir infraestructura, abrir las puertas a la inversión privada nacional e internacional y generar un ambiente de certeza jurídica para los ahorradores y empresarios.
Ningún país europeo o norteamericano ha logrado establecer beneficios sociales matando el mercado sino por el contrario, sus economías liberales son tan fuertes que tienen suficientes recursos públicos para garantizar pensiones, servicios de salud, buenos transporte y obras públicas eficientes. Ningún país próspero ha implementado experimentos económicos, simplemente respetan la propiedad, alientan la competencia y promueven la libertad de emprendimiento.
Para que salgan de la pobreza millones de Mexicanos se requieren millones de empresarios (personas emprendedoras) y no millones de becas, se necesita que el gobierno gaste en seguridad y salud, que no entorpezca a la iniciativa privada, que respete los contratos, que aliente la generación de energías alternativas entre particulares y en general que aumente el libre mercado para que así haya más empleos reales y se mejoren los salarios. Lo anterior ayudará a que mejore la recaudación y así se pueda ayudar más socialmente y sólo de manera temporal (subsidiariamente). Si por el contrario el gobierno extermina a la iniciativa privada y al mercado (economía liberal) es como matar a “la gallina de los huevos de oro”, no habrá crecimiento del PIB y tampoco de impuestos que repartir.
@basiliodelavega 29 de julio de 2019