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Excélsior

En la falda del Cerro Colorado, al este de la ciudad de Tijuana una escuela móvil llegó para ofrecer un par de horas de instrucción educativa a los 42 menores que se encuentran en el albergue en su mayoría de origen centroamericano, en espera del asilo político.

«Es un proyecto muy bueno, está muy atinada la idea de traer el camión a este lugar, porque ellos traen esto de ensenar a los niños que se mantengan ocupados, porque si no les damos una actividad, andan corriendo, de repente peleando, tener este tipo de apoyos es lo más acertado que pueda haber», señala Salvador Zepeda, director del albergue Roca de Salvación.

El Camión llegó hasta el patio del albergue la Roca de Salvación, la primera parada del recorrido que incluye a 15 de los 31 albergues que se encuentran en Tijuana, en una mesa los menores reciben instrucciones, una bolsa que incluye crayolas, papel higiénico, calcetines y una carta para los menores migrantes.

«Primero que nada es para que la resiliencia del niño crezca un poco más porque como tú lo dijiste no están en sus casas, queremos que se sientan en un ambiente cálido, que sientan que puedan aprender, un espacio para que puedan ser ellos mismos», dijo Mildred Ituarte, una psicóloga.

Los niños en su primer día de clases se mostraron entusiasmados, por al menos dos horas convivieron con los otros menores del albergue y compartieron con las voluntarias nuevas ideas y proyectos.

«Que sean actividades recreativas para ellos, que les ayuden a poder interactuar entre ellos para poder olvidar un poco del estrés que manejan acá, gracias a Dios hay personas que están pensando en los niños», señaló Dorin Elizabeth Martínez, una migrante salvadoreña.

Durante el primer día de clases, se conocieron las voluntarias y los menores, se espera que en los próximos tres meses que durará el proyecto muchos de esto niños se sientan como en su propia escuela.

«La idea es empezar con actividades de educación física, donde ellos puedan convivir, tener una mejor activación con nosotros los voluntarios y con sus compañeros del albergue, que haya una mejor comunicación, también vamos a estar dándoles actividades artísticas de pintura, dibujo y después vamos a empezar a trabajar con actividades de lectura, de redacción y matemáticas», detalló Andrea Rincón, integrante de Border Angels.