«Ser periodista implica ser alguien singular y admirable. Significa ser una persona curiosa y vivaz que no se permite creer nada hasta que no lo averigua por sí mismo y comprueba por lo circundante el qué, el quién, el cuándo, el cómo, el dónde y el por qué. Circunscribir al periodista meramente a su función reporteril sería limitar lo que es y debe ser su responsabilidad profesional. Los periodistas deben ser personas honestas, entendiéndose por honestidad un valor integral que tiene que ver fundamentalmente con un comportamiento y una actitud ante la vida. No sólo significa permanecer ajeno a los círculos de corrupción que plagan el periodismo mexicano, además implica responsabilidad para con los receptores de la información y escrupulosidad y rigor en el trabajo”. Se publica en el libro de Raymundo Riva Palacio: “Manual para un nuevo periodismo. Desafíos del oficio en la era digital”.