«infancia.. es patria eterna.. el lugar donde siempre regresamos.. al golpe de remo.. No hay la otra orilla.. no existe el territorio de la salvación.. Sólo humedales y muros enterrados en el fango.. Al fondo de la bocana, el mar.. No queremos el mar.. la minuta de hoy.. exige tierra firme». Es la parte final del poema «Lobo de Ciudad Grande», de Silvia Tomasa Rivera que se publica en el número 1 de la Revista «Confabuladores» (arte, ciencia, política) de Julio César Martínez, quien hoy comió en el restaurante del Casino Español con Enrique Levet. Sergio Villasana, Salvador Torres y Gustavo Mendoza. Foto de «Elen».