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Afp

Considerado el patriarca de uno de los consorcios auotmotrices más importantes del mundo, Volkswagen, Ferdinand Piëch falleció este domingo a los 82 años tras un desfallecimiento en un restaurante en Rosenheim, al sur de Alemania.

Pocas empresas en el mundo con el impacto de este consorcio automotriz cuya sede se encuentra en la norteña ciudad de Wolfsburgo a unos 200 kilómetros al oeste de la capital Berlín han estado tan íntimamente ligadas a la figura de una persona como lo fue Volkswagen a Ferdinand Piëch .

Con una saga familiar digna de relatos litararios, Piëch nació en Austria y era nieto de Ferdinand Porsche cuya hija Louise contrajera matrimonio con un abogado de nombre Anton Piëch. Porsche fue el ingeniero que diseñó el legendario Volkswagen Sedán en 1933 por encargo de Adolfo Hitler de construir un auto que se ajustara a las necesidades de una familia alemana, un auto para el pueblo.

Volks significa en alemán pueblo en referencia a los ciudadanos, Wagen es vehículo. Este es el origen que da el nombre de la empresa.

En la planta armadora de la ciudad de Puebla, la empresa alemana con mayor presencia en México, en 1967 comenzó la producción de uno de los vehículos más populares de la historia automotriz en México, el Volkswagen Sedán, popularmente conocido como Vocho, que marcara la historia de millones de mexicanos.

En 2003 salió de la línea de producción en Puebla el último Vocho que fue despedido con música de mariachis. Alrededor de 21 millones y medio de se fabricaron en México. El último Vocho se encuentra en el museo del automóvil en Wolfsburgo.

Ferdinand Piëch era considerado poseedor de un extraordinario talento en la técnica automotriz, definido por muchos incluso con características de genio del automóvil.

Estuvo al frente del consorcio entre 1993 y 2002 período en el cual incrementó de cuatro a doce el número de marcas de la empresa.

En 1997 recibió de manos de Ernesto Zedillo, entonces presidente de México, la Orden del Águila Azteca, el mayor reconocimiento que da el gobierno mexicano a un ciudadano extranjero. En ocasión del honor recibido Piëch expresó sentirse inmensamente orgulloso cada vez que visitaba México observar el tráfico del país dominado por vehículos del consorcio que entonces dirigía.

Uno de sus últimos logros como consejero delegado de la empresa fue la adquisición a Volkswagen de la emblemática empresa automotriz de lujo Porsche.

Ferdinand Piëch deja una descendencia de 12 hijos.