El hecho de que en México se estuvieran pagando durante el año tasas de interés de 8.25% ayudaba a que inversionistas, sobre todo extranjeros, sin arriesgar, le sacaran buen provecho a su dinero, y ello ayudaba también a que el peso se conservara en buen nivel frente al dólar. Sin embargo, esta situación no ayudaba al crecimiento de la economía. Ahora que hace unas semanas, el Banco de México redujera las tasas a 8%, un efecto ha sido que la inversión de extranjeros en valores de renta fija disminuyera en 16 mil 400 millones de pesos, de acuerdo a nota de Estephanie Suárez en «El Economista».