Alma Patricia Bautista Bello, egresada de la Maestría en Ecología Tropical que imparte el Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV), fue aceptada para cursar el Doctorado en Ciencias Ambientales y Biodiversidad en la Universidad de Oldenburgo, Alemania, a donde deberá presentarse en septiembre próximo.
Alma Bautista estudió la Licenciatura en Biología en la UV; al respecto comentó: “Fue muy chistoso cómo sucedió, cuando iba a ingresar no tenía idea de qué estudiar y al estar formada decidí que sería Biología, es una profesión muy vasta”.
Conforme avanzó en el programa educativo fue aprendiendo muchas cosas, pero aún no sabía a qué dedicarse hasta que asistió a un simposio en el que participó el botánico Gonzalo Castillo Campos, investigador del Instituto de Ecología, A.C, (Inecol). “Cuando lo vi de inmediato pensé en ser como él”.
Contó que al estar en cuarto semestre decidió que quería hacer trabajo de campo con el investigador Gonzalo Castillo. “Uno de mis profesores lo contactó y así empecé como aprendiz; me quedé con él a lo largo de la licenciatura y durante el servicio social, en este periodo trabajé con plantas y en taxonomía; producto de este trabajo en mi tesis de licenciatura describimos tres nuevas especies.”
Mencionó que a lo largo de la licenciatura se encontró con profesores muy buenos y otros no tanto, por lo que consideró que como estudiantes deben tener iniciativa y encontrar buenos guías, que en su caso fueron Gonzalo Castillo y Thorsten Krömer.
“Cuando cursas la licenciatura no eres plenamente consciente de la realidad, piensas que al egresar encontrarás un trabajo, pero todo es competencia, actualización y preparación constante.”
Posteriormente, Alma se incorporó a la Unidad de Servicios Profesionales Altamente Especializados (USPAE) del Inecol, donde se desempeñó como especialista en botánica, después continuó con su formación profesional en la Maestría en Ecología Tropical.
Dijo que su camino y pasión los encontró al estar en el posgrado, “encontré que el mundo de las plantas es muy vasto y la taxonomía es por donde todo biólogo debe empezar, es la base y la ciencia básica, sin ella no hay ciencia aplicada.
”Contacté al investigador Thorsten Krömer, quien me compartió detalles sobre el proyecto del gradiente, denominado ‘Biovera’, que desarrolló con investigadores alemanes, y empecé a trabajar con él.”
Mencionó que al participar en dicho proyecto tuvo la oportunidad de realizar dos estancias en Alemania, donde conoció a diversos investigadores, por lo que al concluir los estudios de la maestría habló con el investigador Krömer sobre estudiar en el país europeo.
Sólo faltaba decidir entre dedicarse a la taxonomía –primordial para cualquier biólogo– y estudiar la fisiología de las plantas, específicamente de las lianas; por este último fue que se inclinó. Thorsten Krömer le ayudó a ponerse en comunicación con Gerhard Zotz, académico de la Universidad de Oldenbergo, considerado uno de los mejores botánicos a nivel internacional.
“Platicamos sobre el proyecto a desarrollar, apliqué para la convocatoria de becas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la cual fue favorable, y en octubre empezaré clases en el Doctorado en Ciencias Ambientales y Biodiversidad.”
Detalló que su proyecto está encaminado a la ecofisiología de plantas que desconocen si son epifitas o no, y lo hará en la Estación de Biología que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tiene instalada en Los Tuxtlas, con apoyo de la investigadora del Instituto de Ecología de la máxima casa de estudios del país, Alma Orozco, y del investigador del Citro, Thorsten Krömer.
“Aunque la taxonomía me gusta mucho, empecé a interesarme en los cambios que tienen las plantas, quiero estudiar el estrés de las plantas a consecuencia de factores naturales y no naturales.”
Alma dijo estar muy entusiasmada al tratarse de una investigación ambiciosa, además estará dirigida por uno de los especialistas más reconocidos a nivel internacional.
Al preguntarle si en algún momento había pensado en estudiar en el extranjero, respondió que no, “cuando provienes de una familia de escasos recursos ni lo piensas, pero a veces se presentan las circunstancias y oportunidades y las debemos aprovechar.”
Aunque su familia está un poco triste porque no la verán los próximos tres años, saben que vale la pena la experiencia de vivir y estudiar en un país totalmente diferente al nuestro. La meta de Alma es ser una investigadora en la UV, en otro centro, instituto o universidad de México, quiere transmitir sus conocimientos y experiencias adquiridas.
“Ha sido un camino muy largo, implicó mucha preparación: dos años antes inicié con el estudio de los idiomas (inglés y alemán), contactar a un investigador, desarrollar el proyecto de investigación y demás trámites administrativos, llegó un punto en el que quería tirar la toalla.”
El siguiente paso, contó, es prepararse para viajar y seguir en la búsqueda de financiamiento, ya que la beca que le otorga el Conacyt no cubre al 100 por ciento los gastos que implica estudiar en Alemania.
Por: Paola Cortés Pérez