LO NUESTRO: «debo llegar con mis labios.. a sus ojos infinitos… y entonces habré de sorprenderme con las venas pulsando dulcemente.. bajo los párpados.. y he de comprender.. que esos ojos claros.. ligeramente trémulos y enfermos.. son lo que son.. por su transparencia y su incorpóreo… y he de amarla con mis manos y mis labios.. con el silencio, el sueño y los caminos de mis versos.. con la mentira- para el Estado.. con la verdad- para la vida… con los andenes de todas las estaciones.. donde estaré por última vez.. mirando en los cambios de ruta.. el lomo caliente y negro de las locomotoras… y la dejaré para siempre.. en las filas y refugios.. de los pueblitos terribles de Siberia»… EN MEDIO DEL CAMPO: «y allí.. se despiden los caminos.. se dicen adiós.. se proyectan. – entrecruzándose.. en el pasado (indeciblemente amado).. en el futuro (como si royera.. en algo de «su» y de disimulado hostil.. la vida.. clamor-vida)». Los publicaron en la «Jornada Semanal».