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Universidad Veracruzana

En agosto de 2009, el Laboratorio de Tribología, adscrito a la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME) de la Universidad Veracruzana (UV), abrió por primera vez sus puertas a la comunidad estudiantil de esta entidad académica interesada en realizar prácticas de ciencia de los materiales. 

Andrés López Velázquez, académico e investigador de la FIME, tuvo la iniciativa de impulsar dicha área en la Facultad tras concluir sus estudios de doctorado en 2006 e involucrarse en la tribología, ciencia enfocada en el comportamiento de fricción, desgaste y lubricación que sufren los materiales en movimiento y así prolongar su vida útil. 

A dos lustros de ese acontecimiento, celebra que el Laboratorio de Tribología sea actualmente un semillero de investigación operado por los estudiantes, así como un espacio que brinda servicio a la comunidad universitaria y a empresas locales y de la región. 

Destacó que, a lo largo de 10 años, más de mil 500 alumnos han sido formados en este lugar, ya sea en materia de servicio social, capacitación, desarrollo de trabajos de tesis o investigación. 

Los logros han sido muchos, pero ser parte de la Red Temática de Ingeniería de Superficies y Tribología (Redisyt), que aglutina a 40 instituciones de educación superior (IES) de México, ha permitido a los estudiantes y académicos realizar intercambios, estancias y participar en congresos nacionales e internacionales. 

Sin embargo, López Velázquez no descarta conseguir a largo plazo la certificación ante la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), una vez que se optimicen las condiciones del edificio actual y de equipos, así como la capacitación y certificación del personal a cargo. 

Como maestro, dijo, su labor primordial ha sido motivar a sus estudiantes dándoles a conocer la importancia del área de tribología y de la investigación. 

De esta manera varios alumnos se sumaron a su proyecto, no obstante, requerían de equipos de laboratorio para llevar a cabo esta actividad, toda vez que son muy costosos y debían importarse de Estados Unidos. 

Enseguida, constataron que para construir los equipos se empleaban principios básicos de ingeniería mecánica, por lo que no dudaron en iniciar su elaboración en los propios pasillos de la FIME, al no contar con un espacio propio. 

Los proyectos y prototipos generados pronto fueron expuestos en eventos de ciencia y tecnología, consiguiéndose dos premios nacionales, uno latinoamericano y otro a nivel mundial, en 2009. 

“Con estos antecedentes las autoridades universitarias nos voltearon a ver y constataron que la tribología es un área importante de la ingeniería mecánica.” 

En respuesta, les fue asignado un espacio que operaba como bodega de archivo muerto. Poco a poco, también empezaron a someter los proyectos de investigación ante el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y de los recursos obtenidos se adecuaron las instalaciones de dicho laboratorio. 

Además, también consiguieron financiamiento para dar continuidad al trabajo y perfeccionar uno de los prototipos de tribómetro. 

 

Un laboratorio operado por los propios estudiantes 

A diferencia de otros laboratorios universitarios que cuentan con personal para brindar atención a los usuarios, éste es activado y operado por los propios estudiantes, al no haber un técnico académico de tiempo completo para esta función, manifestó Andrés López. 

Agregó que, desde su conformación, aproximadamente 60 jóvenes han realizado servicio social; mientras que anualmente, 150 alumnos –incluidos de Ingeniería Química y Ambiental– reciben capacitación. 

En materia de trabajos recepcionales o de tesis, alrededor de 40 han desarrollado sus proyectos en este espacio. 

Afortunadamente, hoy en día la mayoría de los egresados se han insertado en empresas de servicio, donde aplican los conocimientos y enseñanzas adquiridas, sobre todo en relación al trabajo en equipo y de forjarse un carácter para desempeñarse de manera exitosa. 

Muchos de ellos también son empresarios y empleadores, otros han incursionado en la investigación y en el campo científico a través de maestrías y doctorados. 

Josimar Carmona Ramírez, egresado de Ingeniería Mecánica y Eléctrica en 2013actualmente es empresario dentro del ramo de la eficiencia energética y estudios de ingeniería. 

Durante su estancia, comentó, en el Laboratorio de Tribología, donde realizó el servicio social, aprendió a trabajar en equipo con compañeros de formación distinta a la de él, con el fin de lograr un mejor objetivo. 

En un principio buscó un lugar que le brindara la oportunidad de aprender y el laboratorio tenía esa apertura de desarrollar experimentos y trabajos. 

“Hoy en día la FIME siempre nos toma en cuenta en conferencias y eventos de egresados, el vínculo ha continuado a través de los años.” 

Manifestó que durante el periodo de servicio social aportó al diseño del logo actual del laboratorio, así como en la propuesta de un catálogo de aceites lubricantes, que a la fecha se desarrolla. 

Esaú Espinoza Rodríguez estuvo en este laboratorio entre 2017 y 2018, pues siempre quiso hacer estancia profesional en otras universidades para aprender cosas nuevas, desarrollar la investigación, crear y aportar algo nuevo. 

Por tanto, la incorporación del Laboratorio de Tribología al Redisyt le brindó la oportunidad de llevar a cabo tres estancias. Dos de ellas en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Estado de México, y otra en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), en Morelia. También realizó una práctica de seis meses en la Volkswagen, en Puebla. 

Por su parte, Berenice Rivera Rodríguez, quien está a punto de concluir esta misma carrera, realizó su servicio social en este espacio y gracias a ello se le abrieron varias puertas de desarrollo, una de ellas fue su participación en un simposio en Mazatlán, Sinaloa, donde expuso un avance de su tesis, así como estancias en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la Universidad de Guadalajara (UdeGy en la UMSNH. 

Todo lo aprendido lo he ocupado en todas las estancias realizadas”expresó Berenice y dijo que más adelante desearía insertarse y especializarse en la aleación de metales para prótesis de cuerpo. 

“Se hacen diferentes pruebas del material para ver cómo se comportaría dentro del cuerpo de una persona, y así ser validado”. 

Son nuevas tecnologías que se aplican, es otra manera de aplicar los conocimientos adquiridos y de desarrollar nuevas tecnologías a futuro, agregó. 

Jair Daniel Olivo Urbina estudiante y tesista, dijo que a raíz de haber cursado las experiencias educativas (EE) Motores Térmicos y Transferencia de Calor, impartidas por López Velázquez, se interesó por la práctica e investigación. 

“Representó para mí la oportunidad de mejorar los conocimientos y retribuir un poco al apoyo brindado”, comentó al referirse a su participación en cursos, eventos y una estancia en la UdeG, donde piensa cursar la Maestría en Ciencias de los Materiales. 

Hoy en día, el universitario trabaja en el diseño e implementación de una máquina tribológica, útil para pruebas de desgaste sobre ciertos materiales. 

Con todo este proceso he mejorado mi formación porque es completamente del ámbito de ingeniería mecánica, que es lo que estudiamos aquí. 

Lia Sinaí García Díaz, del noveno semestre de Ingeniería Eléctrica, su paso por el Laboratorio de Tribología le ha servido para aprender muchas cosas nuevas. 

“Me llevo un buen aprendizaje, pues a pesar de que los conocimientos no estaban directamente vinculados con el área eléctrica, me agradaron mucho y ahora sé que la tribología sí tiene que ver con la electricidad.” 

Aldo Santamaría Olivares, del mismo semestre, destacó que desde un principio siempre coincidió con los intereses y proyectos del laboratorio. 

“Estando aquí me di cuenta de la importancia que la tribología tiene en la industria.” 

Resaltó además su participación en la conformación del Capítulo Coparmex de la FIME. Gracias a ello, se realizó el II Foro de Egresados, el semestre pasado; y en breve, el IX Foro de Divulgación Científica y Tecnológica (Fodicyt). 

José Ignacio González Razo, Francisco Fabián Ruiz Quiroz, Jorge Eduardo Samaniego Ruiz, Luis Manuel Portilla Arellano y Gerardo Adrián Ruiz Villa, quienes cursan entre séptimo y noveno semestre de Ingeniería Mecánica, acaban de ingresar al laboratorio con el fin de hacer prácticas de servicio social. 

Todos coincidieron en expresar su inquietud por conocer la ciencia de los materiales, llevar a cabo proyectos, retomar otros realizados anteriormente, hacer pruebas en el tribómetro, estancia en otras universidades, analizar el comportamiento de los materiales y su desgaste.

Por: Claudia Peralta Vázquez