Tras superar varios obstáculos para inscribirse en la Universidad Veracruzana (UV), Celeste Irupé Brauer Larraburu, originaria de Buenos Aires, Argentina, cursa la Licenciatura en Biología Marina en la región Poza Rica-Tuxpan.
Cuando los resultados del examen de ingreso a la UV fueron publicados, Celeste no se esperaba obtener un puntaje superior a 98, el más alto de su carrera, pues ya habían pasado varios años desde su egreso del bachillerato y no se sentía muy segura.
No obstante, al inscribirse tuvo complicaciones toda vez que no contaba con una visa de estudiante, requisito primordial que solicita la Universidad a estudiantes extranjeros.
Afortunadamente, autoridades universitarias de la región Poza Rica-Tuxpan y del Área Académica Biológico-Agropecuaria conocieron su caso y respaldaron a la joven en este proceso y en los trámites que debía realizar.
Uno de los apoyos consistió en permitirle viajar a Belice para tramitar la visa de estudiante, pues sólo contaba con la de turista.
El pasado 12 de agosto, Celeste ingresó a la Universidad, razón suficiente para expresar: “Aquí estoy, soy UV, lo voy a disfrutar al máximo y sacaré el mayor provecho”.
Narró que después de salir de la preparatoria decidió viajar, trabajar y ahorrar. Más tarde se dedicó a buscar opciones de universidades en México –país donde quería radicar– que impartieran la Licenciatura en Biología Marina, área del conocimiento que le apasiona.
De esta manera encontró que la UV ofertaba este programa educativo (PE), así como otras oportunidades en el área científica, artística y cultural, pero sobre todo de movilidad.
“La UV me llamó mucho la atención por los programas de movilidad que tiene, se me hace muy atractiva la posibilidad de viajar a Australia.”
A un mes de haber ingresado a esta institución, comentó que se encuentra disfrutando del entorno, de las experiencias educativas (EE) de tronco común, pero también de la amistad y apoyo de sus nuevos compañeros.
Incluso, ya tuvo la oportunidad de conocer a otros estudiantes extranjeros de diversas partes del mundo que también realizan estancia de movilidad en Tuxpan y con quienes ha compartido experiencias.
“Me gustaría aprovechar muchos los programas que ofrece la UV, como estancias científicas o realizar proyectos en otros estados de México donde se hallan arrecifes coralinos, como Quintana Roo.”
Celeste Irupé recuerda que debido a todos los obstáculos que enfrentó para formar parte de la UV, sintió mucho miedo de no lograrlo, incluso muchas veces se cuestionó si realmente tanto esfuerzo valdría la pena.
Este sentimiento se intensificó aún más con los contratiempos que surgieron cuando viajó a Belice, donde lamentablemente perdió el vuelo.
Hoy en día agradece el apoyo de su familia desde Argentina, así como de la UV pues hasta la fecha las autoridades han estado al pendiente de su estancia y adaptación, por tanto considera que es un logro conjunto.
Por:Claudia Peralta Vázquez
