Columnas

4T, suerte a favor

El gobierno de la 4T tiene suerte.

La súbita alza del precio internacional del petróleo le favorece en el balance neto.

Es decir, entre lo que ingresa por la venta de petróleo crudo y lo que paga por importar gasolinas y otros petrolíferos, en la coyuntura, las finanzas públicas resultarán beneficiadas.

Aunque el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador todavía no puede echar las campanas al vuelo, porque su efecto, —tanto en la eventual prolongación, como en el potencial escalamiento del conflicto geopolítico—, dependerá de la definición del origen del ataque a las instalaciones de Aramco en Arabia Saudita.

Es un rompecabezas que está en proceso de elaboración y en el que están involucrados Arabia Saudita, aparentemente Irán y Estados Unidos.

Esa parte de la película todavía está por verse y su resolución dependerá de la respuesta de las partes.

La buena

Pero por lo pronto, si se mantiene como un evento de coyuntura, beneficiará al gobierno mexicano.

Y es que aunque, efectivamente, México es un comprador creciente de gasolinas, diésel y otros petroquímicos, circunstancialmente podría ingresarle una mayor cantidad de recursos.

En otras palabras, podría recibir más recursos por la venta de petróleo de los que tendría que invertir por la importación de petrolíferos.

Y con ese volumen de ingresos, podría aumentar el subsidio a las gasolinas y evitar el doloroso y políticamente incorrecto gasolinazo o un incremento severo y abrupto en el precio a los consumidores finales de la gasolina.

Ésa fue la noticia que le dio el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, al presidente de la República.

El golpe

Luego del ataque con drones a las instalaciones de Aramco, el precio del crudo escaló 15%, aunque al día siguiente comenzó a descender, más no se recuperó del todo.

Tal aumento en el precio del petróleo no se observaba desde hace casi 30 años.

El golpe a Aramco fue muy severo pues el cálculo inicial señaló un descenso en su producción de entre 3 y 4 millones respecto de los 7.4 millones de barriles de crudo al día.

Sin embargo, conforme fueron pasando las horas, se supo que Aramco venía produciendo a un nivel inferior respecto de su capacidad total por los topes a los que se venía sujetando.

Adicionalmente se informó rápidamente que se restablecería la producción en cuestión de un par de semanas y no de meses como originalmente se pensó.

El dato

El brinco en el precio fue espectacular, pero estuvo vigente sólo una horas. Con el aumento de 15% el aumento del precio del petróleo para México representa un incremento de entre 9 y 10 dólares.

Sin embargo, unas horas después comenzó a bajar el nivel y está por verse qué ocurre en las próximas jornadas.

Para tener el dato exacto del tamaño de los ingresos que podría recibir el gobierno mexicano, falta ver el comportamiento del precio del petróleo en un tiempo en que se observe cuál es el precio promedio en el que se reubicará entre el que venía cotizando antes de los ataques y el pico máximo que alcanzó después de ellos.

De esos factores dependerá también el monto de recursos que tendría que destinar el gobierno mexicano para aumentar el subsidio a la gasolina para que no aumente en su precio al público.

Pero por lo pronto, los cálculos del responsable de las finanzas públicas y su mano derecha, Gabriel Yorio es que en el balance neto, si se mantiene como un fenómeno de coyuntura el alza del petróleo, las finanzas públicas resultarán beneficiadas.

Precisamente porque lo que se necesita es tiempo para ver un poco más de esta película y poder hacer mejor los cálculos es que la comparecencia de Herrera ante la Cámara de Diputados, prevista para hoy se pospuso para el próximo 26 de septiembre. A ver.

ATISBOS

SEÑALES ENCONTRADAS. En el mismo sector de energía, pero enfocado al tema de las políticas públicas, siguen registrándose tremendas contradicciones en los más altos niveles del gobierno de la Cuarta Transformación.

Ayer la secretaria de Energía, Rocío Nahle, en su participación en el Foro Energy Meet Point contradijo las declaraciones de Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia y del secretario de Hacienda, Arturo Herrera.

A principios de este mes, Romo aseveró que el gobierno iba a confiar la perforación de aguas profundas a la Iniciativa Privada.

Con otras palabras, pero en el mismo sentido, Herrera declaró que se preparaba el camino para que se iniciara la participación de la Iniciativa Privada mediante los contratos que en el sexenio calderonista fueron conocidos como incentivados.

Ayer, Nahle fue tajante. Dijo que no hay tal. Que van a esperar los resultados de los contratos.

Que apenas han registrado resultados en uno de 107 contratos, el de ENI, y se van a esperar los resultados de los demás.

Pareciera que la titular de Energía está atrapada entre el discurso presidencial y los datos reales.

En días pasados la comisionada responsable de la CNH, Alma América Porres, informó que 60% de los contratos adjudicados en las rondas petroleras corresponde a áreas netamente exploratorias.

Comentó que se tiene que dar tiempo para la maduración de estos contratos y que entren en fase de producción.

Mencionó como ejemplo el caso reciente de la empresa Murphy Sur —una de las empresas asociadas en la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi)—, a la que se le autorizó la modificación de su plan de exploración para empezar a perforar y la incorporación de 32 nuevos prospectos que podrían adicionar recursos prospectivos del orden de 455 millones de barriles y la inversión alcanzaría hasta 226.3 millones de dólares.

La CNH ha aprobado 140 planes para los contratos petroleros, que representan más de 36,000 millones de dólares.

Tomado de el Economista