Lugar:
Fuente:
RT/SinEmbargo

El Génesis, primer libro del Antiguo Testamento, describe un reino edomita anterior al siglo X a.C. como “los reyes que reinaron en Edom antes de que cualquier rey israelita reinara”. Sin embargo, hasta el momento no había evidencia arqueológica que lo ratificara.

Un nuevo estudio publicado este miércoles 18 de septiembre sobre la producción de cobre en el desierto de Arava permitió determinar que allí no había tribus nómadas, sino que se había asentado una organización centralizada y con jerarquías. Así lo determinaron las investigaciones encabezadas por Erez Ben-Yosef, de la Universidad de Tel Aviv (Israel), y Thomas Levy, de la de California, San Diego (EU).

Restos edomitas. Foto: Erez Ben-Yosef

Al analizar los restos de la producción de cobre, descubrieron que en diferentes sitios de la región se utilizaban las mismas técnicas, que mejoraban y avanzaban de manera conjunta, hace más de 3 mil años. Esto representa un signo de la presencia de una entidad centralizada que coordinaba las tareas, más allá de la distancia.

El análisis demostraría que el reino edomita se habría formado a mediados del siglo XI a.C. “Nuestros resultados demuestran que sucedió antes de lo que se pensaba anteriormente y de acuerdo con la descripción bíblica”, afirmó Ben-Yosef.

MEJORAS EN LA PRODUCCIÓN

El desarrollo de las nuevas técnicas empleadas en los sitios de Faynan (Jordania) y Timna (Israel) fue asociado con la invasión egipcia liderada por el faraón Sheshonq I (llamado Shishak en la Biblia), quien saqueó Jerusalén en el siglo X a.C. Su paso por Edom, en cambio, significó un aporte tecnológico, que incluyó un aumento de la eficiencia en la producción y el comercio de cobre.

“La eficiencia de la industria del cobre en la región estaba aumentando. Los edomitas desarrollaron protocolos de trabajo precisos que les permitieron producir una gran cantidad con un mínimo de energía”, explicó Ben-Yosef.

Además, aclaró que en ese momento Egipto era débil, por lo que estiman que, pese a su influencia, no estuvo al frente de la producción, sino que se trató de un emprendimiento de los edomitas.

No obstante, recordó que los egipcios eran “consumidores de cobre importado”, por lo que tendrían interés en el desarrollo de la industria, llevando sus innovaciones a toda la región. “El camello apareció por primera vez en la región inmediatamente después de la llegada de Sheshonq I”, precisó.

“Nuestros nuevos hallazgos contradicen la opinión de muchos arqueólogos de que Arava estaba poblado por una alianza suelta de tribus y son consistentes con la historia bíblica de que aquí había un reino edomita”, agregó Ben-Yosef. “Una floreciente industria del cobre en Arava solo puede atribuirse a una política centralizada y jerárquica, y esto podría ajustarse a la descripción bíblica del reino edomita”, concluyó.