«Los vándalos en la CDMX pueden propinar una paliza a quien se cruce en su camino, pueden prender fuego a una librería o a cualquier oficina o destruir un auto. Saben que aunque haya policía cerca de ellos, nada van a hacer para frenarlos. Ello genera una enorme desconfianza entre amplios sectores de la sociedad, que más allá de enfrentar a un gobierno estricto con los fifís que tienen coche, otorgan patentes de corzo a los violentos y acaban por afectar el desempeño económico individual y de la CDMX». Lo escribe Enrique Campos Suárez en «El Economista». Foto de Televisa… La Jefa de Gobierno de la CDMX insiste en que no se tomarán acciones contra ellos, que no va a haber represión. Qué mal. La autoridad está para defender a la ciudadanía en su persona y en sus bienes.