El Instituto de Investigaciones en Educación (IIE) de la Universidad Veracruzana (UV), la Red de Libreros Independientes (Reli) y la Asociación Mexicana de Traductores Literarios, A.C. (Amatli), realizaron la charla “Crónica de la desmemoria cómo traducir La Duramadre”, a cargo de Pilar Ortiz Lovillo, académica de esta casa de estudios.
Arturo Vázquez Barrón, presidente de Amatli, A.C., explicó que este evento tuvo como finalidad abrir un espacio en las librerías independientes para que el traductor tenga un acercamiento con sus lectores.
“No se trata de una práctica pensada para un público especializado, sino de dar visibilidad a los traductores y hablar con los lectores y público asistente a las librerías sobre lo que vemos, nos gusta y apasiona, así como de las dificultades que enfrenta este trabajo.”
Mencionó que ésta es la primera plática que organiza Amatli en provincia, la segunda será en Morelia, Michoacán.
En tanto, Claudia Bautista, de la Reli, comentó que con esta actividad se pretende convertir a las librerías pequeñas en el corazón, centro y punto de encuentro entre la gente y un tema específico, como en este caso es la traducción.
Perla Ortiz, traductora e investigadora del IIE, habló sobre su experiencia de conocer, convivir y trabajar con Annie Cohen, quien ha publicado una veintena de obras. Esta escritora nació en Argelia y emigró a Francia, donde vivió duramente el racismo; se movió entre la lengua árabe, hebrea y francesa.
La académica dijo que el inicio de la relación con la escritora argelina se dio a partir de la traducción del libro El edificio invisible, esto permitió que Annie Cohen tuviera la oportunidad de visitar México por primera vez.
“Al año siguiente de la visita de Annie, la embajada de Francia me otorgó una beca para trabajar con algún escritor; le hablé a Annie de inmediato y ella estuvo muy feliz de saber que iría a trabajar con ella El hechicero de Blida.”
Ortiz Lovillo dijo que su estancia fue muy agradable. Destacó que, a diferencia de muchos traductores, ella tuvo la oportunidad de convivir y conocer a la autora de los escritos que tradujo.
“Generalmente los traductores no se comunican con los escritores porque ya han fallecido, viven lejos o simplemente no les interesa conocer a los traductores, sólo quieren ver su libro publicado y nada más.”
Expresó que para un traductor es maravilloso convivir y platicar con el escritor, además esto puede ayudar mucho al momento de traducir el libro, sobre todo porque el traductor también es un investigador.
Una de las principales dificultades del traductor son la siglas y palabras técnicas, como le sucedió durante la traducción de La Duramadre, en la cual Annie Cohen relata lo acontecido antes y después de la operación de cerebro que le practicaron, específicamente de unas de las membranas que lo cubren denominada duramadre.
“El traducirlo me produjo mucho placer, pero también sentí la depresión que vivió Annie, sentí lo mismo que el autor, y esto sólo es posible cuando uno siente esa pasión tan grande por la traducción.”
Por último, dijo que el libro fue publicado en 2011 y presentado en la Feria Internacional del Libro Universitario, “me siento muy unida a él”, así que espera que el lector lo disfrute.
Por;:Paola Cortés Pérez